Editorial
Al riesgo de inflación desbocada se suma el de inestabilidad financiera. La magnitud y profundidad de las turbulencias financieras que se han desatado en los últimos días aún se desconoce. Las preocupaciones e incertidumbres se reducen a cuestionamientos como sí habrá o no contagios en la banca mundial, esto es si habrá otras quiebras importantes y que pueda convertirse en un riesgo sistémico; así como las implicaciones que tienen estos tumultos en las próximas decisiones de los bancos centrales del mundo. Sobre la primera pregunta, parece quedar claro que los efectos contagios son limitados, pero sin descartar nuevas quiebras de bancos medianos o que se exacerben los problemas existentes previos a este evento coyuntural, en algunas instituciones grandes como Credit Suisse (SIX:CSGN). Sobre el segundo cuestionamiento, en términos generales, el mercado financiero y cada vez una mayor cantidad de analistas consideran que por ahora los funcionarios de la Fed darán prioridad a la estabilidad financiera, en lugar de la inflación, hasta que las preocupaciones disminuyen; esto mientras el Banco Central Europeo cumplió con el guion al subir 50pbs. Por lo pronto, los indicadores de precios en EUA dados a conocer la semana pasada muestran cierta moderación lo que podría ayudar a justificar un incremento de sólo 25pbs en la reunión de la Fed de esta semana.
Tras la quiebra de tres bancos en EUA (Silvergate, Silicon Valley Bank y Signature Bank), se mantuvo el temor de que otras empresas corrieran con la misma suerte.
En el caso del país norteamericano, los operadores se concentraron en First Republic Bank, el banco con sede en San Francisco que ha estado en el centro de atención por las fuertes caídas en bolsa y cuya calificación fue reducida a basura por S&P Global Ratings y Fitch Ratings, está explorando opciones estratégicas entre las que se incluye una venta. Al final hubo una inyección de 30,000 millones de dólares que efectuaron once bancos para evitar la quiebra de dicho banco.
Las turbulencias registradas en la banca pequeña y mediana de Estados Unidos han acabado llegando al sector europeo. El mercado volvió a elevar la presión sobre Credit Suisse, entidad que desde hace meses vive inmersa en un proceso de reestructuración que ponga fin a la crisis financiera y de reputación que atraviesa la entidad.
Al final, el respaldo de las autoridades y la inyección de 50,000 millones de francos suizos para reforzar la liquidez de Credit Suisse serenó un poco a unos mercados extremadamente volátiles.
Sin embargo, la amenaza de un posible colapso de este calibre en Europa está haciendo a los inversionistas vender masivamente títulos de las entidades financieras de nuevo.
Así, la tensión seguirá latente, al menos hasta que quede claro que la situación del sector bancario estadounidense (y mundial) está bajo control.
En este escenario, surgen comparaciones con lo observado en 2008, en la gran crisis económica-financiera. Sin embargo, consideramos todavía que estas comparaciones no son del todo precisas. Por lo menos dos grandes diferencias son notorias. El balance de activos de SVB no podía ser más particular y la gestión de este más agresiva y errática. No hay bancos relevantes en el mundo con esa casuística. Además, las autoridades han respondido con precisión y de forma oportuna. El tipo de quiebras descontroladas presenciadas con la caída de Lehman Brothers es el tipo de evento que los reguladores no desean volver a ver porque hubo demasiadas consecuencias dañinas e imprevistas.
Por otro lado, los principales bancos centrales se encuentran ante la difícil tarea de seguir subiendo las tasas de interés cuando crece la desconfianza en el sistema bancario. Para los operadores, en un momento como el actual, las alzas en el costo del dinero, y en especial la perspectiva de su continuidad en el tiempo, pueden hacer aún más daño.
La persistencia de la inflación es demasiado fuerte como para bajar la guardia y las alzas de precios continúan muy lejos del objetivo de estabilidad de precios que se marca la mayoría de las autoridades monetarias.
Así, los bancos centrales tendrían que mantener firme su discurso frente a la espiral alcista de los precios sin descuidar la protección de la estabilidad financiera.
Por lo pronto, el Banco Central Europeo (BCE) cumplió con el guion y subió sus tasas de referencia en 50 puntos base, para dejar la de fondeo en 3.50%. Previo a la decisión se había generado fuerte especulación sobre una posible moderación en el ritmo de alza de tasas condicionada por la complicada situación financiera.
En el caso de la Fed, las apuestas del mercado es que ante la difícil situación que se está viviendo en el sector financiero estadounidense, la Fed solo elevaría las tasas en 25 puntos base en su reunión programada para el 22 de marzo y que los recortes en tasas podrían empezar en julio. Esta semana será importante lo que termine anunciando el banco central estadounidense.
El peso mexicano estuvo muy volátil, con altibajos y con tendencia de depreciación. El comportamiento seguirá errático, con la atención puesta en lo que suceda en la reunión de política monetaria de esta semana de la Fed.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
La principal referencia económica-financiera será la reunión de política monetaria de la Fed.
Adicionalmente, en EUA se publicará de febrero: ventas de casas usadas, índice actividad nacional de la FED de Chicago, ventas de casas nuevas y órdenes de bienes duraderos; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá dato de confianza del consumidor, PMI manufacturero, compuesto y servicios de marzo. De Alemania, confianza del inversionista del grupo ZEW (percepción económica y situación actual). En Japón, inflación de febrero.
En México, se dará a conocer ventas al menudeo e IGAE de enero y la inflación de la primera quincena de marzo.
Expectativa para el Tipo de cambio
El balance de riesgos ha cambiado y el endurecimiento de las condiciones financieras ha puesto en duda hasta qué punto la Fed estadounidense puede, y está dispuesta, a seguir subiendo las tasas de interés en su lucha contra la inflación al tiempo que garantiza la estabilidad financiera. En este sentido, después de centrarse en tratar de frenar la inflación, la Fed debe hacer malabarismos con la crisis bancaria en su reunión de dos días que termina el miércoles. Hace dos semanas, los inversionistas se preparaban para una subida de tasas de 50 puntos base, pero el escenario cambió después de que la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) desatara temores de contagio. Ahora los operadores apuestan por una moderación en el ritmo de alzas a que sea de 25 puntos base o incluso por ninguna subida. También será relevante el nuevo diagrama de puntos (dot plot) que marcan los niveles estimados de cierre de tasas de interés para los próximos años. Asimismo, será noticia la reunión de política monetaria del Banco Nacional Suizo, donde el tema que dominará será la situación del banco Credit Suisse. Además, el Banco de Inglaterra sostiene su encuentro de política monetaria y existe fuerte división sobre sí continuará con las alzas de tasas de interés o hará una pausa. En México, la cifra de inflación de la primera quincena de marzo podría contribuir a la especulación sobre los próximos pasos de Banxico. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $18.35 y $19.35 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un retroceso; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 8.85% – 9.25%.