Para la Reserva Federal (FED), el banco central estadounidense, la subida de su tasa de política monetaria no es el fin de un proceso, sino el comienzo de otro que representará un reto en ejecución, comunicación y en la lectura de la economía. Después de años de tasas cercanas al 0% y de varios programas que inyectaron miles de millones de dólares a la economía, la entidad monetaria se enfrenta a una situación no vista en la época de la post guerra.
Dicho eso, el primer movimiento parece haber sido exitoso, desde el punto de vista de comunicación al mercado, así como de la respuesta. Meses de preparación y ajustes en los mercados permitieron un “despegue” bastante tranquilo.
Después del anuncio los principales índices europeos se dispararon, con la referencia de Alemania subiendo un 2,5%. Este jueves las acciones estadounidenses estuvieron a la baja, más influenciadas por el comportamiento del petróleo, cuyo barril cayó por debajo de los US$35.
Pero quizá el evento más inmediato fue la subida que hicieron los bancos estadounidenses de su tasa de referencia, conocida como “prime”, y a la que están ligados muchos créditos. Well Fargo, Citibank, JP Morgan (N:JPM), entre otros grandes, subieron la tasa prime de 3,25% a 3,50%, por lo que la referencia deberá de ajustarse pronto.
¿Hacia adelante?
En determinado momento algunos analistas especulaban sobre la posibilidad de que la entidad realizara una subida y luego se mantuviera tranquila por meses; no obstante, el comunicado oficial, aunque habla de gradualidad en el proceso, dejó la puerta abierta para subsecuentes subidas. Un gráfico donde se muestra el camino que los miembros de la entidad consideran que seguirá la tasa señalan cuatro movimientos en 2016, es decir, terminando el año en el 1,5%, casi el doble de lo esperado por el mercado. En ese aspecto es donde la comunicación seguirá siendo un reto.
En la conferencia de prensa dada este miércoles por la presidenta de la entidad, Janet Yellen, los periodistas le consultaban sobre las condiciones que deben de presentarse para que se dé ese segundo movimiento y ella contestó que serían una serie de indicadores que permitan conocer el impacto en la economía y en las condiciones financieras.
Un indicador importante será el dólar estadounidense, el cual ha subido en los últimos meses en anticipación al movimiento de ayer y ha impactado al sector exportador estadounidense y a la inflación. Nuevas presiones al alza del dólar pondrían a la entidad monetaria en modo de espera. Sin embargo, si la moneda se mantiene estable, es probable que las subidas se sigan presentando, aunque gradualmente, ya que la FED no querrá apresurarse y arriesgar la recuperación que ha costado tantos años en lograr.