Más allá de la corta semana que comentaremos a continuación, la realidad es que ya empezamos a palpitar este 2021. Arrancar un nuevo “enero” nos permite cerrar por un lado un año nefasto (dejando de lado lo estrictamente bursátil y yendo a lo general) de la mano de la pandemia y por otro lado (como consecuencia de lo acontecido) comenzar a analizar y proyectar expectativas de inversión para cumplir los objetivos que todo inversor debe considerar: salvar el valor del capital en primera instancia y posteriormente (siempre que se pueda), intentar obtener un beneficio real.
¿Cuáles serán los principales ejes a considerar para este 2021?
1) Dada la fabulosa emisión de dinero tanto a nivel local como global para sostener la economía real, no podemos dejar de pensar en inflación y devaluación. El dólar, evaluado mediante el índice DXY (que analiza el comportamiento de la divisa Estadounidense frente a otras divisas relevantes para evaluar apreciación/depreciación) muestra una caída continua desde marzo del 2020 a la actualidad, quedando muy próximo a un importante nivel técnico de soporte:
2) El comportamiento de las commodities, si bien es complejo y no es el objetivo hacer un desarrollo teórico al respecto, suele ser al alza frente a esta depreciación del dólar, por lo cual será un recurso a considerar a la hora de diversificar nuestra cartera (ver FCIs, ETFs)
3) Burbuja especulativa en USA: Si analizamos el PER del S&P encontramos que está en niveles muy altos (30 aproximadamente) lo cual por definición podemos hablar de burbuja (más de 25 ya lo catalogamos como sobrevalorado). Si bien hoy por hoy la tendencia es claramente alcista (lo veremos luego) no podemos dejar de lado estas variables y debemos ser sumamente precavidos y agresivos con el stop loss y la toma de ganancias.
4) El mercado local dependerá en mi opinión de nuevos “lockdown” que decida realizar el gobierno frente a una eventual “segunda ola” severa, que pondría en jaque nuevamente al sistema de salud. Esto implicaría un nuevo “parate” de la economía, mayor emisión para sostener el gasto, caída de la recaudación, incremento del déficit, devaluación forzada, aumento de la pobreza y todo este cóctel explosivo impactará en menor o mayor medida en la renta fija y variable (para mal, obviamente). Sin dudas faltan muchas cuestiones sumamente relevantes aquí, como rinde de la cosecha, exportaciones, descongelamiento tarifario, etc., pero volvamos al eje de este artículo.
Vamos con los gráficos:
MERVAL – VISIÓN DIARIA
La última semana del año fue corta y poco relevante. Con tan solo 3 ruedas, el saldo final fue -0.76% y nada cambió desde lo técnico, manteniendo las perspectivas propuestas en informes anteriores para el corto plazo: el impulso bajista, tras el contacto de máximos históricos y techo del canal alcista, sigue vigente y con un claro nivel de soporte dinámico dado por el piso de dicho canal y por la “caja de fibonacci” (conformada por el retroceso 0.5 y 0.618 del último impulso alcista) entre los 49680 y 48200 puntos. No puedo dejar de mencionar la línea de tendencia alcista que parte del mínimo marcado en marzo y que está validada por 3 contactos: en suma (junto con los 49.000 puntos), todo este conjunto de soportes estáticos y dinámicos conforman sin dudas el nivel más importante para nuestro índice y perderlo cambiaría drásticamente las perspectivas alcistas.
MERVAL – VISIÓN SEMANAL
Este gráfico me muestra un descenso paulatino de la volatilidad, un “soft-landing” como suelen llamarlo algunos a esta toma de ganancias que no deja de ser un movimiento contra-tendencial normal de una indiscutida tendencia alcista principal.
La WMA (media móvil ponderada) de 30 semanas y los 49.000 puntos son en esta temporalidad el nivel de soporte más relevante y, en caso de ser alcanzado, una oportunidad de compra tanto por método de Stan Weinstein como por análisis técnico tradicional. Quedamos a la espera.
MERVAL EN DÓLAR CCL – VISIÓN SEMANAL
En dólares, nuestro índice sólo puede atribuirse como positivo en los últimos meses la anulación de la etapa 4 de Stan Weinstein y el quiebre al alza de la línea de tendencia bajista (no son datos menores). Hasta el momento, podemos definir un throw-back en dicha dinámica pero tenemos serias dudas sobre la fortaleza, dadas las últimas 2 velas que lejos están de definir protagonismo de los toros.
Si consideramos una etapa 1 de SW resta aún definir el piso de la gama operativa (consideramos como techo los 389$USD) y este soporte podría estar en la zona de los 317-323$USD, nivel que por otro lado es muy relevante y perderla complicaría mucho las cosas (se habilitarían los 260$USD).
Aún tenemos indicadores que definen compra, veremos si el desarrollo de esta primera semana aclara un poco el panorama.
Índice Standard & Poor´s:
El Norte cerró el año con nuevos máximos históricos, como no podía ser de otra manera. A pesar de ser conscientes de los valores irrisorios en los que se encuentra, acompañamos la tendencia y tenemos objetivos claramente identificados en relación a proyecciones tanto del triángulo simétrico como del banderín, en 3920 y 4020 puntos, respectivamente.
Desde lo técnico, no tenemos siquiera indicadores sobrecomprados ni sobre-extensión del precio a la media móvil exponencial de 20 sesiones, por lo cual está todo dado para observar continuidad alcista.
Cabe agregar que a esta media (en caso de ser quebrada a la baja) la seguimos utilizando como principal alarma de un mercado alcista que se podría desmoronar en cualquier momento.
Sabemos que uno de los principales motores del Norte fue el sector Tech. ¿Cómo se encuentra el principal índice que nuclea estos activos?
Índice Nasdaq. Visión diaria.
Vemos una estructura triangular activada, similar al índice S&P, con objetivo en los 13835 puntos. El precio avanza en forma prolija, guiado por la EMA 20 que, como pueden observar, es un claro soporte dinámico en cada corrección efectuada en tendencia alcista.
Aquí los indicadores se encuentran próximos a sobrecompra, pero no esto no es indicación precisa de venta, simplemente es una advertencia que debemos considerar en el análisis integral.
Conclusiones y sugerencias:
El año 2021 será a nivel local un año sumergido en inflación y devaluación, probablemente con valores superiores a lo observado en este 2020. Es por esto que nuestra conducta tendrá que ser sumamente activa para intentar conservar el valor del capital, como comentaba al inicio de este informe.
Sin dudas pienso destinar parte de mi capital a commodities. En este sentido, si bien el oro promete, diversificaría con algún instrumento (FCI o ETF afuera) que incluya otros metales y distintos activos del sector agro.
Dolarizarse es una obviedad, no podemos tener liquidez en pesos con este contexto. Los cedears siguen siendo protagonistas en la cartera de inversión, mientras los índices Norteamericanos se mantengan en tendencia.