El peso mexicano opera errático y volátil, pero logrando sortear el fuerte sentimiento de aversión global al riesgo, que se refleja en caídas superiores al 2.0% en la mayoría de las bolsas de valores en el mundo. El miedo a un ataque ruso inminente a Ucrania se une a los temores monetarios y alimenta las preocupaciones que dominan los mercados desde principios de año. Actualmente, el tipo de cambio se ubica alrededor de $20.45 spot. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $20.38 y $20.58 spot (el euro entre $1.130 y $1.136).
Sigue existiendo una total incertidumbre sobre las medidas que podría adoptar la FED en las próximas semanas y meses para contener los precios en EUA.
Varios miembros de la FED mostraron moderación la semana pasada, al comentar que el banco central no puede reaccionar de manera demasiado agresiva, porque esto puede poner en peligro la recuperación económica. Mary Daly, Loretta Mester y Raphael Bostic expresaron sus reservas sobre un movimiento de 50 puntos básicos en marzo.
Esta semana se conocerá algo más de la FED con las actas de la última reunión de política monetaria, así como con las comparecencias de una serie de ponentes del banco central estadounidense. En particular, los inversionistas están pendientes de las declaraciones de hoy de James Bullard (7.30am), que la semana pasada asustó a los mercados al pedir una subida de tasas de 100 puntos bases para el 1 de julio.
Por otro lado, la situación está muy tensa en el frente geopolítico, con declaraciones del gobierno estadounidense de que la guerra entre Rusia y Ucrania puede estallar en cualquier momento. Washington sigue insistiendo en que un ataque ruso es "inminente" y podría producirse este miércoles.
Por su parte, los principales países europeos siguen buscando una solución diplomática al conflicto. El canciller alemán, Olaf Scholz, viajará a Kiev el lunes para entrevistarse con el presidente Volodímir Zelenski. El martes, tiene previsto reunirse con Vladimir Putin en Moscú, después de los infructuosos esfuerzos realizados la semana pasada por Emmanuel Macron y de la llamada infructífera entre Putin y Biden del fin de semana.
Se habla así, de la semana más tensa con respecto a este tema. Los ministros de Finanzas del G7, el grupo que engloba a siete de las mayores economías del mundo (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos), ha advertido a Rusia con sanciones económicas masivas si invade Ucrania.
El mercado comienza poco a poco a considerar que podría ser un conflicto significativamente más grande que la anexión de Crimea por parte de Rusia y su intervención en la región ucraniana de Donbass en 2014. Además de la pérdida de vidas humanas, probablemente asestaría un golpe temporal a la confianza de las empresas y los consumidores en Europa.
Hoy una declaración del ministro de Relaciones Exteriores (Sergei Lavrov) ruso diciendo que le ha sugerido al presidente Putin continuar por la vía del diálogo con los países de Occidente para evitar un conflicto, ayuda a reducir un poco las pérdidas en los activos de mayor riesgo.
Por otro lado, los precios de la energía pueden subir aún más en Europa y elevar la inflación durante un tiempo. En el peor de los casos, una interrupción prolongada en el flujo de petróleo y gas desde Rusia podría provocar una escasez temporal de energía en algunas partes de Europa. Así, el aumento de la crispación ha llevado al petróleo a máximos de 7 años, con la referencia WTI alcanzado por momentos niveles cercanos a los 95 dólares por barril.