El Ministerio de Finanzas completó ayer la emisión de dos nuevos bonos atados a la inflación con vencimientos al 6 de marzo de 2020 y 6 de marzo de 2023. Tras haber captado cerca de $70.000 millones en la emisión de principios de mes bajo similares condiciones, el Gobierno avanza con esta modalidad de emisiones, aprovechando el apetito inversor por activos ajustables por CER. La volatilidad de los mercados internacionales y el incremento en los spreads que ofrecen los bonos argentinos, han favorecido ahora la colocación de instrumentos en el mercado doméstico y en moneda local. Ambos bonos fueron suscribibles tanto en pesos como en dólares, al tipo de cambio de la Comunicación ‘A 3500’ del martes, que cerró en $20.16.
El bono a 2020 pagará una tasa del 21% (1.6012% mensual, según prospecto), con un primer cupón de interés el 6 de marzo de 2019, supeditado a que la inflación entre el 20 de febrero 2018 y 10 días hábiles anteriores al 6 de marzo 2019 (tomando como base el Coeficiente de Estabilizacion de Referencia) + el 4% no supere dicha tasa. En este caso, pagará inflación + 4%. El capital será devuelto en su totalidad al vencimiento, con la misma cláusula gatillo mencionada para el cupón de interés. Es decir, pagará el mayor valor entre: o el capital actualizado por CER al 6 de marzo de 2019 más los intereses capitalizados hasta el 6 de marzo de 2020 al 21%, ó o El capital ajustado por CER hasta 10 días hábiles antes de la fecha de vencimiento + 4%. El bono a 2023, con una estructura algo mas sencilla pagará inflación más una TNA del 4%, semestralmente, los días 6 de septiembre y 6 de marzo de cada año, hasta el 6 de marzo de 2023. Estos instrumentos permiten a los inversores cubrirse contra la inflación, y obtener una tasa real del 4%, con (en el primero de los bonos) la posibilidad de tener un “piso” en la tasa nominal del orden del 21% anual hasta 2020 (tomando precios de paridad). La particularidad del bono es la clausula gatillo que lo convertiría en un bono ajustable por CER ‘standard’, la cual es muy probable que se active, ya que la inflación breakeaven para que esto suceda se ubica en 16.4% entre marzo 2018 y 2019. Como indicó el BCRA en su comunicado del martes cuando decidió mantener la tasa de política monetaria inalterada, la inflación en febrero se ubicaría por encima del 1.8% registrado en enero, y del último trimestre 2017. Si bien las expectativas marcadas por el REM muestran una baja paulatina de la inflación, la misma aún alcanzaría para activar el gatillo del bono, al menos en el primer corte de marzo 2019.
Ya para 2020, el escenario más probable es que el título capitalice la tasa del 21% y no gatille el pago de CER + 400bps, dado que se muestra una baja más marcada de la inflación, por lo menos a nivel expectativas REM.
Vemos atractivo en precios por debajo de $103 en el bono a 2020, nivel en el que ofrecería una tasa real atractiva en el comparativo contra otros títulos ‘inflation-linked’, con el aditamento de una tasa que funciona de piso en el caso de que la política de desinflación del gobierno resulte exitosa en los próximos dos años.