Algunos bonos provinciales “dollar-linked” se encuentran cotizando con rendimientos algo superiores a los soberanos del tramo corto. Estos bonos son emitidos por estados provinciales con la particularidad que pagan los cupones de renta y la amortización del capital en pesos, ajustados por el tipo de cambio de la comunicación “A3500” del BCRA. Al no haber prácticamente una brecha entre dicha referencia cambiaria y el tipo de cambio al cual un inversor podría efectivamente hacerse de los dólares (con los pesos que paga el bono), este segmento de activos es comparable directamente con los dolarizados (es decir, los bonos que pagan cupones directamente en dólares).
Los puntos azules forman la curva de bonos soberanos en dólares, mientras los puntos rojos componen el segmento provincial dollar-linked: Puede verse que los spreads que ofrecen los bonos provinciales (también llamados “sub-soberanos”) son significativos, y tienen un perfil de vencimiento de corto plazo (hasta 2 de duration).
Haciendo foco directamente en la curva provincial, pueden encontrarse bonos con rendimientos atractivos, si bien puede verse que existe una gran dispersión en el gráfico: Los bonos de CABA son los que muestran un menor rendimiento (también vinculado a una mejor situación financiera). Mendonza (PMO18 y PMO18) y Chubut (PUO19 y PUM21) se ubican un poco más arriba.
Más allá de los retornos que ofrecen estos bonos, debe tenerse en cuenta en primer lugar que el riesgo crediticio de los títulos provinciales puede ser sustancialmente mayor a los soberanos, según la situación financiera de cada estado provincial. Algunos bonos tienen garantías para dar mayor seguridad a los inversores sobre los pagos futuros. Por ejemplo el NDG21 cuenta como garantía con regalías de explotación de petróleo. Esto implica que parte de los ingresos por esta actividad irán destinados al pago de los cupones del bono.
Otra desventaja es la escasa liquidez con la que cuentan estos títulos en el mercado, lo cual dificulta armar posiciones grandes.
Los bonos de CABA y Chubut son los más operados dentro de este segmento, apenas con volumen de operaciones en torno a los $2.5 millones diarios, en promedio. La falta de liquidez provoca que los precios se muevan considerablemente y que lograr adquirir una cantidad aceptable de alguno de estos títulos no sea una tarea fácil.
En conclusión, este segmento de bonos puede ser de interés para aquellos inversores que “con paciencia” logren conseguir precios razonables en el mercado (y por ende rendimientos más atractivos respecto a bonos de mayor liquidez y mejor nivel crediticio), y que, por otro lado, el vencimiento coincida con los plazos requeridos por el inversor ya que vender estos títulos antes de su vencimiento puede resultar costoso en términos de tiempo y precios.