El miércoles pasado veíamos la volatilidad del dólar contra el peso argentino acercándose a zona de mínimos, preguntándonos si la reacción de la divisa volvería a ser igual a las últimas veces en las que el dólar se mantuvo sin grandes variaciones por un lapso cercano a 50 jornadas.
Ese mismo día el Banco Central tuvo que vender cerca de USD 1.400 millones en el mercado mayorista para contener la demanda privada de dólares, cifra récord en 15 años. El principal driver tuvo que ver con la fecha de vencimiento para personas físicas no residentes a partir de la cual comenzaba a regir la base imponible sobre LEBAC, y aplicar el gravamen.
Todo indicaba que el BCRA no podría sostener este ritmo de ventas, ya que el nivel de reservas comenzaría a peligrar.
La -otra vez- postergación de la Ley de Financiamiento Productivo en el Congreso, relegado por la polémica por los incrementos tarifarios, dieron otro motivo al mercado para castigar activos argentinos: equity, peso y bonos en todos los tramos de la curva. Todo esto con la tasa de 10 años del bono del tesoro americano tradeando prácticamente flat entre 2.96% y 3%. Es decir, sell-off gatillado 100% por riesgo local a raíz de dos torpezas políticas muy claras: impuesto a la renta financiera y demora en la aprobación de la ley de financiamiento productivo.
El peso argentino cerró la jornada de hoy siendo la moneda emergente más golpeada desde el viernes, esto a pesar de los esfuerzos del BCRA al subir la tasa de política monetaria 300 basis el viernes hasta 30.25%, y la LEBAC más corta operando en torno a 31.50% (520 basis arriba de la última licitación).
Cerrando en $21.20 volvemos a preguntarnos: ¿Hasta donde puede extenderse este rally?¿Es oportunidad para volver a favorecer posiciones en pesos?
En este sentido, Alejandro Pensel, operador de mercado y analista técnico comenta: “Habiendo confirmado el quiebre por encima de $20.92 (máximo intradiario anterior), el gráfico habilita un movimiento hacia la zona de $21.25/$21.35. Cerca de esa zona, el dólar debería finalizar el impulso alcista y comenzar una corrección”.
Pensel agregó: “Si bien el BCRA hoy se mostró menos que la semana anterior en el mercado cambiario, el efecto de la tasa operando por encima de 30% debería ser un driver para frenar la escala del billete”.