El 2018 se ha caracterizado por un año de incesante volatilidad donde no ha quedado activo financiero exento de los bruscos movimientos de precio, ya sea para la renta fija y para la renta variable. Tras un 2017 que terminaba con denotado optimismo, el corriente año arrancó de la misma manera que dio vuelta su suerte a partir de Febrero tras la nefasta IPO de Central Puerto (BA:CEPU).
A partir de ese momento, los bonos y acciones empezaron a registrar una caída que parecía correctiva hasta Abril. Ninguna corrección ocurrió, la disparada del tipo de cambio en pos de la debilitación del peso frente al dólar provocó una estampida de capitales que arrasó con cualquier precio y activo. Las medidas oficiales tomadas respecto no tuvieron el efecto esperado incrementando la espiral viciosa de “sell-off” masivo y las noticias buenas parecieron durar horas pese a su importancia, como lo fue la reclasificación de Argentina a Mercados Emergentes y el acuerdo con el FMI.
El Merval hizo un mínimo, en lo que va del año, en Agosto cuando su valuación en dólares tocó los 684 dólares (-57,71%) y en pesos 25.085 (-16,59% YTD). Los bonos acompañaron los sucesos con un Riesgo País que se ubicó en el máximo anual de 783 puntos días posteriores.
Es importante denotar que la región, tanto LatAm como Emergentes en sí, sufrió una fuga de capitales intermitente. Brasil también fue víctima de la falta de confianza global que atraviesan las economías con un dólar fortaleciéndose, tasas de referencia subiendo y desplome en el precio de algunos commodities vitales para países en vías de desarrollo, principalmente los granos.
Durante el mes de Septiembre hubo una recuperación notoria desde los mínimos marcados en Agosto. La compresión de spreads se percibió en la región y Argentina acompañó con un gran descenso en el riesgo país que siguió en altos niveles comparativamente a como inicio el año.
Al cierre del viernes registrábamos un Merval en 796 dólares (-50,68% YTD), 30.206 pesos (+0,43% YTD) y un riego país en 658 puntos (+87,46% YTD). Tras una semana para el olvido con elevación de las tasas de referencia en EEUU, el peso tuvo un apreciación del 8,59%.
¿Qué sigue para adelante?
Quedan todavía casi 3 meses para que finalice este 2018. En lo que queda del año hay un sinfín de variables que pueden determinar la entrada al 2019. Es importante entender que lo acontecido en términos de depreciación de la moneda nacional todavía no tiene un impacto de lleno en los precios de consumo, el “pass trough” de la disparada del dólar aun no impacta completamente en la economía real que puede llegar a traducirse en mayores niveles de inflación. Si bien el BCRA ha tomado medidas monetarias al respecto, enfocándose en la emisión y base monetaria, el efecto social que tendrá el traslado a precios (como ya se vio con las tarifas) no será nada positivo para fines de este año y ni hablar para un año de elecciones como 2019. La recesión ya presente probablemente se sostenga y profundice en lo que queda del año, las tasas de referencia actuales ponen en gran riesgo la cadena de pagos de las empresas y emprendimientos locales que afrontaran costos crecientes con ingresos decrecientes. Paralelamente, la popularidad del gobierno viene en una notable decadencia que arriesga el planteo político de Cambiemos para el próximo mandato.
Como se mencionó con anterioridad, si bien queda un trecho por recorrer, es de vital importancia observar dos fenómenos en el futuro cercano: que ocurrirá en Brasil luego de las elecciones, ya que sacar al país de su nebulosa gubernamental es indispensable para entender el sesgo de los flujos con la región y monitorear de cerca el comportamiento del mercado accionario en estas dos semanas. Dependiendo de estos factores podremos visualizar con mayor o menor precisión cual será el destino de nuestros activos. Si el mercado toma con buenos ojos al flamante mandatario brasilero, el inflow de capital será beneficioso para Argentina. Paralelamente, si el Merval sostiene o acrecienta su valuación en dólares, podríamos tener alguna recuperación de corto plazo. El dato que sustenta la última idea basa en el notable incremento de volumen de operaciones en el último mes como así también el exagerado castigo a todos los sectores del mercado que en tan solo 8 meses perdieron la mitad de su valor en dólares. Caso contrario a los dos puntos mencionados, podríamos esperar a volver a mínimos o marcar mínimos nuevos. Recordemos que las noticias buenas parecen no pesar este año y las malas parecieran estar sobre ponderadas.