El pasado 22 de mayo, el precio del barril de petróleo alcanzó niveles de 72,9 dólares, lo que representó el nivel más alto de cotización en el proceso de recuperación del commodity que comenzó en enero de 2016 en niveles de 26 dólares, punto donde habría concluido el importante bear market (mercado bajista) sufrido por esta materia prima energética desde los máximos históricos del año 2008, en torno a los 147 dólares.
En sólo nueve sesiones, el precio del crudo perdió un 10% desde los máximos antes mencionados de 72,9 dólares, y este accionar eleva el nivel de alerta para poder identificar si la caída debe ser considerada como un movimiento correctivo menor y limitado a las instancias de los mínimos alcanzados, o si por el contrario, deberemos estar expectantes a debilidades adicionales hacia adelante.
Si bien reconocemos que la baja desarrollada ha sido bastante directa y tendencial, el commodity energético ya había tenido un comportamiento bastante similar hacia el pasado mes de enero, con lo cual resulta un patrón habitual de observar para este activo.
En este sentido, si entendemos que la baja desde los máximos de 72,9 dólares es sólo un movimiento correctivo menor que busca recortar de manera parcial el avance desde los mínimos de febrero de 58 dólares, entonces deberíamos considerar que este recorte estaría limitado a la zona de contención ya alcanzada de 65,5-64 dólares, donde se presentan los retrocesos de Fibonacci del 50 y 61,8%, a la vez que también es allí donde la caída se iguala en tamaño a la del mes de enero último, para finalmente desde esas instancias retomar la senda alcista, no sólo con el ánimo de conducir los precios de regreso hacia los máximos del pasado mes de mayo ,en 72,9 dólares, sino incluso buscando acceder hacia instancias superiores hacia adelante; ello sería con proyección inicial en torno a los 80 dólares por barril y, eventualmente, objetivos más ambiciosos hacia los próximos meses.
Fuente: DIF Markets
Como se observa en el gráfico de aquí arriba, la zona de 70 dólares actualmente se muestra como la principal resistencia de corto plazo ante recuperaciones directas que pueda tener el petróleo, con lo cual deberemos estar atentos ante un quiebre de esa zona para que pueda confirmarse la reanudación alcista en el precio del crudo, buscando el regreso hacia los 72,9 dólares e incluso el acceso hacia los objetivos más ambiciosos antes propuestos.
Solamente en caso que el recorte en curso para el petróleo se debilite más allá de la zona de los 64 dólares, estaremos advirtiendo sobre la posibilidad que el proceso correctivo pueda ser mayor hacia las próximas semanas, ya sería buscando recortar no sólo de manera parcial el avance desde los mínimos de este año de 58 dólares, sino recortando parcialmente todo el trayecto alcista desarrollado desde junio del pasado año, cuando el barril de crudo cotizaba en instancias de 42 dólares.
En tal caso, como se observa en el siguiente gráfico, el desarrollo correctivo del precio del commodity demandaría mayor tiempo, con posibilidades de regresar hacia la zona de 61-58 dólares por barril, área representada por el 38,2% del recorte de Fibonacci al avance previo; también por allí pasa actualmente el promedio móvil de 200 días en el gráfico continuo y finalmente es allí donde se concentra la onda 4 de menor grado, que aplicando el modelo de análisis de Elliott Wave, la corrección haría base idealmente, para recién luego intentar retomar la senda alcista.
Fuente: DIF Markets
En relación a lo propuesto, desde lo operativo creemos que desde el lado especulativo, cualquier posición compradora que se adopte en los valores actuales debería conservar un estricto stop loss ante un quiebre de la zona de 64-63,8 dólares, buscando el retorno de los precios hacia la zona de 69-70 dólares, donde se concentra la resistencia, o bien el regreso hacia los máximos de mayo pasado de 72,9.
Del lado inversor, creemos conveniente ser más cautos, sabiendo que desde una lectura técnica, en la medida que no tengamos recuperaciones inmediatas por encima de los 70 dólares, el commodity energético se mantendrá vulnerable y con posibilidades de terminar materializando el proceso correctivo mayor sugerido más arriba en esta columna.
El análisis técnico bien trabajado nos permite ser amplios en la lectura y diferenciar los marcos temporales y las oportunidades de trading, tanto para el inversor especulativo como para aquel que busca tomar decisiones a plazos más amplios. Saber aplicar las herramientas en tiempo y forma potencia el trading operativo, eleva las probabilidades de estar más veces del lado correctivo y por definición, mejorar nuestra performance.
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