Últimamente las cotizaciones del oro dan señales de la posible corrección, formando fondo a niveles mínimos de 1238 dólares por onza. Si la presión no se acelera, este metal precioso se corregirá unos puntos después de tres semanas de liquidaciones muy agresivas.
El contexto general para el oro sigue siendo desfavorable. El oro está bajo la presión del dólar creciente, que desarrolla la tendencia alcista desde mediados de abril. Un factor adicional negativo es la falta de compradores del oro como activo seguro durante el periodo de altos riesgos, causados por la guerra comercial sino-estadounidense y por sus posibles efectos sobre la economía global.
No obstante, los indicadores técnicos a corto plazo muestran que la presión se hace menos pronunciada. Desde el miércoles de la semana pasada las cotizaciones están por encima de 1250, siendo esto una victoria para el metal precioso que está cerca de los mínimos de 2018 y todavía es vulnerable. Al mismo tiempo a mediano plazo el oro puede subir, si la tendencia alcista del dólar se extingue.
El obstáculo principal para los compradores está situado en la zona de 1260, que no puede ser superada desde el fin del mes pasado. Si esta semana el oro encuentra más motivos para probar este nivel, se formará un nivel de soporte bastante fuerte y este activo se hará más atractivo.