La economía chilena crecería un 4,1 por ciento en 2018, apoyada en una recuperación de los sectores productivos y la inversión, y se expandiría un 3,8 por ciento el próximo año, dijo el martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
En una presentación del proyecto de Presupuesto de la Nación y el estado de la Hacienda Pública ante una comisión parlamentaria, el funcionario explicó que la estimación para el 2019 se basa en un buen desempeño de la demanda interna, que subiría un 4,6 por ciento.
La previsión “está en línea con el crecimiento que seguimos viendo en la inversión, donde ya las proyecciones para 2019 están basadas en una proyección que supera el 5 por ciento y un consumo que sube algo menos”, comentó Larraín.
Por otra parte, señaló que la inflación en 12 meses a diciembre cerraría en 3,0 por ciento éste y el próximo año.
En cuanto al precio del cobre, la principal exportación del país, el Gobierno corrigió a la baja la estimación para 2018 a 2,96 dólares por libra, desde la anterior de 3,12 dólares, por el efecto de la tensión comercial entre China y Estados Unidos.
Ese deterioro en la proyección del valor del metal fue el factor que también llevó a un leve aumento en la estimación del déficit fiscal efectivo a 1,9 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2019, el cobre promediaría 3,0 dólares por libra.
En cuanto al tipo de cambio, Larraín estimó que el promedio rondaría este año los 636 pesos por dólar, lo que implicaría “la convergencia desde los niveles actuales (…) a niveles en torno a 650 pesos”. El próximo año fijó una previsión de 650 pesos.
La semana pasada, el presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció un aumento del gasto público del 3,2 por ciento para 2019, su menor nivel de expansión de los últimos ocho años.
Larraín comentó que la actividad económica -cuyo dato se conocerá el viernes- registraría un crecimiento más moderado en agosto frente a lo observado en el primer semestre.