El gigante de los servicios de comunicación y entretenimiento AT&T (NYSE:T) es ampliamente conocido como una acción fiable para la jubilación, ya que históricamente ha ofrecido algunos de los pagos de dividendos más constantes del mercado. En la actualidad, la empresa con sede en Dallas, Texas, ofrece a los accionistas una rentabilidad por dividendo de casi el 8%, una de las mayores retribuciones entre las empresas de primer orden.
Sin embargo, los jugosos rendimientos podrían estar ocultando el hecho de que el gigante de las comunicaciones se encuentra en medio de un profundo proceso de reestructuración, ya que la empresa pretende escindir las operaciones de medios de comunicación y centrarse en su negocio principal de telecomunicaciones. Aunque esta estrategia parece atractiva a largo plazo, los inversionistas parecen seguir siendo escépticos sobre las perspectivas de la empresa a corto plazo.
En los últimos dos años, AT&T ha tenido un rendimiento muy inferior al del índice de referencia S&P 500, perdiendo aproximadamente un tercio de su valor. La acción perdió otro 1.60% el miércoles, cerrando a 23.94 dólares.
La persistente tendencia a la baja de las acciones de T ha hecho que su rentabilidad por dividendo se dispare. Para los inversionistas más avispados, esto debería ser una señal de que los mercados no esperan que la empresa vaya viento en popa, incluso después de completar su reestructuración, que está previsto que finalice a finales de este año.
Una prueba reciente que respalda este pesimismo se produjo a principios de febrero, cuando la empresa comunicó a los inversionistas que tiene previsto reducir su reparto de dividendos a la mitad aproximadamente tras la escisión de su negocio WarnerMedia a Discovery (NASDAQ:DISCA) en la segunda mitad del año.
Según el anuncio, AT&T reducirá su ratio de reparto de dividendos a cerca del 40% del flujo de caja, lo que se traduce en unos 1.11 dólares por acción, o 8,000 millones de dólares anuales. Antes de la operación, el dividendo de AT&T era de 2.08 dólares por acción, es decir, unos 15,000 millones de dólares.
La combinación de los activos de WarnerMedia de AT&T con Discovery debería dar a la nueva entidad un perfil impresionante. La nueva empresa tendrá una sólida cartera de estudios cinematográficos, con la marca HBO y películas, así como transmisiones deportivas en directo bajo su paraguas.
Esa fuerza de contenidos es lo suficientemente grande como para competir con otros gigantes del entretenimiento, como Netflix (NASDAQ:NFLX) y el servicio Disney+ de Disney (NYSE:DIS).
Disminución del atractivo de los dividendos
Sin embargo, esa nueva estructura también disminuirá el atractivo de AT&T como una acción de dividendos fiable para los inversionistas centrados en la renta fija.
Según el director general John Stankey, el nuevo enfoque de AT&T será el crecimiento y la mejora de su situación financiera. Stankey declaró a la CNBC en una reciente entrevista:
"Preferiría volver a invertir parte de ese dinero en la infraestructura de este negocio para [generar] rendimientos a un nivel superior al que pagamos por el dividendo. Así que es hora de hacer esa transición para esta empresa".
La nueva dirección de la empresa también ha creado una división entre la comunidad de analistas, ya que algunos ven valor una vez que la empresa libera más recursos para invertir en el negocio inalámbrico.
Según el modelo de InvestingPro, el valor razonable de las acciones de T es de 36.26 dólares por acción, lo que representa un salto del 51.5% desde los precios actuales. Fuente: InvestingPro
Además, en una encuesta realizada por Investing.com a 31 analistas, más de la mitad tienen una valoración neutral de la acción, mientras que 11 la consideran una compra.
Fuente: Investing.com
Conclusión
AT&T se encuentra en medio de un profundo proceso de reestructuración, con el objetivo de desbloquear el valor a largo plazo para los accionistas. La nueva estructura probablemente provocará un cambio en el enfoque de la dirección hacia una mentalidad centrada en el crecimiento, centrando las operaciones en su negocio principal de telecomunicaciones y recortando su enorme carga de deuda.
Sin embargo, esta perspectiva también indica que AT&T probablemente no será tan generosa en el pago de dividendos como antes.