En línea con lo que esperábamos, Banxico subió su tasa de interés de fondeo en 25 puntos base para dejarla en 4.50%. Se trató de la segunda alza después del ciclo de política monetaria acomodaticia, iniciada en agosto de 2019, periodo en el cual la tasa de referencia se redujo en un acumulado de 425 puntos base.
La decisión volvió a ser dividida, con una votación de 3-2. Los subgobernadores Gerardo Esquivel y Galia Borja repitieron en votar en contra de la decisión. Esto es uno de los cambios en la comunicación de Banxico, dar a conocer en el comunicado de prensa los nombres de los integrantes de la Junta de Gobierno y su respectivo voto (antes esta información sólo se podría saber hasta la publicación de las minutas).
El alza se sustenta en el hecho de que las expectativas de inflación para 2021 siguen subiendo, por lo que la autoridad quiere enviar una señal de que vigila la evolución de la inflación y no está dispuesto a aceptar desviaciones prolongadas respecto a la meta. De esta manera, busca anclar las expectativas de precios para el mediano y largo plazo.
La reacción inicial del peso mexicano a esta decisión es de ligera depreciación, hacia $19.95, en parte porque la cotización se había adelantado a la decisión y cierto grupo de operadores esperaba un aumento mayor en la tasa de referencia.
Otra de las novedades del comunicado de prensa es que ahora también se incluye los pronósticos de inflación de Banxico. Para cierre de 2021 esperan una inflación anual de 5.70%, ligeramente por debajo de los pronósticos del mercado y del nuestro (5.95%). Siguen pensando que los precios se ubicarían dentro de su meta (por debajo del 4.0%) a partir del segundo trimestre de 2022.
La siguiente reunión de política monetaria de Banxico es el 30 de septiembre. Nuestra expectativa en CIBanco de tasa de fondeo para cierre del 2021 es de 5.0%.