En línea con lo que esperábamos, Banxico recortó la tasa de fondeo en 50 puntos base, para dejarla en 4.50%, su menor nivel en cuatro años. La decisión fue dividida, ya que un integrante de la junta de gobierno votó por un recorte de solo 25pbs.
Con relación a la inflación, en términos generales Banxico considera que a pesar de los repuntes recientes, la expectativa de mediano plazo se mantiene alrededor de 3.0%, aunque el escenario presenta riesgos importantes. Esto se puede interpretar como que al interior de la Junta de Gobierno no existe una fuerte preocupación de posibles rebotes en precios y que la tasa anual se ubique por arriba del objetivo.
De acuerdo al comunicado, hacia adelante el margen de maniobra para mayores recortes de tasas dependerá de la evolución de los factores que tienen incidencia en la perspectiva de la inflación, incluyendo los efectos de la pandemia.
En la parte económica, la autoridad señala que ya se han presentado algunas señales de mejora en los indicadores de junio, conforme se reabrió la economía. También hacen mención de una recuperación moderada en la demanda externa.
En sentido estricto, el tono del comunicado luce más “dovish” (más proclive a seguir bajando tasas) que lo esperado, a pesar de la decisión dividida. No queda claro que Banxico esté pensando en hacer una pausa en lo que resta del año en su estrategia de recortar tasas. En CIBanco consideramos que todavía bajará en otros 50 puntos base antes de diciembre.
Previo a la decisión , el peso se apreció hacia $22.14 spot y en reacción podría regresar a los $22.30.