• Se publicaron las minutas de la reunión de junio en la que la tasa llegó a 7.75%
• La próxima decisión de la Reserva Federal tendrá gran influencia.
• Esperamos que la tasa cierre 2022 en niveles de 9.75%.
Crece la preocupación por el deterioro del panorama inflacionario
Hoy se publicaron las minutas correspondientes a la decisión del pasado 23 de junio, cuando se dio un inédito incremento de 75 puntos base (pb) a la tasa de referencia, que llegó a 7.75%. Las minutas revelan que, aunque esta medida ya se había considerado desde la reunión de mayo, fue la decisión de la Reserva Federal la que jugó un rol decisivo para que finalmente se materializara. Más allá de ello, algunos de los miembros consideran que hay condiciones domésticas que justifican una política monetaria más restrictiva en nuestro país, pero parece difícil que Banxico se desligue de lo que hagan las autoridades en Estados Unidos. En ese sentido, descartamos la posibilidad de ver incrementos de magnitud de 100 puntos base en el futuro próximo, pero dado que la Fed tendrá que reaccionar a una nueva sorpresa inflacionaria cuando delibere el 27 de julio, será viable que observemos alzas de 75 puntos de los 2 bancos.
Junio constituyó una nueva desviación del marco esperado para los precios
De manera general, el tono durante la reunión se mantuvo hawkish sobre todo porque el deterioro en el panorama inflacionario resultó innegable a partir de los primeros datos de junio. Sobre ello, destacó la mención de que 45% de los artículos en la canasta del INPC tuvo variaciones mayores a 10.00%, lo que da muestra de la aceleración de las presiones si consideramos que la inflación anual en el mes fue 7.99%. Los shocks han crecido en profundidad, simultaneidad y duración, lo que ya ha empezado a calar en las expectativas que se deterioran incluso para plazos mayores a 12 meses. De esta manera, se juzga que el clima inflacionario es adverso y el balance de riesgos tiene un considerable sesgo al alza.
La próxima decisión de la Reserva Federal tendrá gran influencia
En línea con esta perspectiva, la votación para subir los 75 puntos fue unánime, pero varios de los comentarios de los miembros se centraron en lo que podría pasar hacia adelante. En el tono, observamos que uno de los votantes se mostró inclinado a desligarse de la Fed y reducir el ritmo del apretamiento, mientras que otro fue claro en que se necesita un aumento de igual magnitud en la reunión de agosto para preservar la tasa de interés real en territorio restrictivo. El resto no hizo pronunciamientos tan marcados, pero dejaron la puerta abierta a repetir la dosis y, sobre todo, mostraron que la decisión de julio de la Fed tendrá gran influencia.
Rumbo Económico
La situación en cuanto a política monetaria parece acerarse a una disyuntiva, pues por un lado es probable que la Fed se incline por un alza de 75 pb a partir de los datos de junio, pero para la fecha de la decisión de Banxico ya contaremos con los datos de la primera quincena de julio y es posible que estos tengan una relativa mejora. Esta condición, podría llevar a algunos de los miembros a considerar que un aumento de 50 pb será suficiente, lo que nos hace anticipar una decisión dividida. No obstante, percibimos que la postura monetaria relativa y la estabilidad del tipo de cambio siguen siendo factores de gran peso para varios de los participantes, por lo que mantenemos nuestra expectativa de que la tasa llegue a 8.50%.