Los precios del petróleo subían el lunes y recuperaban parte de lo perdido en la sesión anterior, aunque el avance era limitado por un panorama negativo para la demanda y la incertidumbre por el crecimiento económico global.
El West Texas Intermediate ganaban 50 centavos a 50,92 dólares por barril.
La Agencia Internacional de Energía pronostica que la demanda global por crudo superará los 100 millones de barriles al año en 2019.
Un dólar más fuerte, costos más altos por el crédito y la amenaza contra el crecimiento global por la escalada de la disputa comercial entre Estados Unidos y China han alejado a los inversores de activos que están más alineados con la economía global, como las acciones o el petróleo.
Sólo en noviembre, los fondos de cobertura retiraron más de 12.000 millones de dólares del mercado del petróleo, cifra calculada en base a un caída récord de las tenencias largas de Brent y WTI y de las opciones contra el precio promedio de crudo para el mes.
Técnicamente, la ruptura del soporte de los 60 dólares gatilló una fuerte presión vendedora que llevó al crudo en busca del piso de los 50 dólares por barril, nivel en que hemos visto algo de presión alcista por cierre de posiciones cortas. Sin embargo, los indicadores técnicos RSI y MACD siguen operando a la baja y con espacio para nuevos retrocesos, por lo que una caída por debajo de los 50 dólares debería gatillar nuevas órdenes de venta y llevar al barril WTI en busca del siguiente piso en la zona de los 40 dólares, lo que representa un ajuste de un más de un 20% desde los niveles actuales.