Dos partidos y dos personas totalmente diferentes están poniendo en jaque a la potencia mundial que no sólo tiene que lidiar con el orgullo político, sino con la consecuencia que recibirá la divisa y la incertidumbre de cara a una infinita pandemia.
Joe Biden es el otro candidato que Estados Unidos tiene en la carta que cierra el destino de los ciudadanos norteamericanos el primer martes de noviembre, la fecha en la que se celebra la democracia en aquel país, si se preguntaran cada cuanto son las elecciones en Estados Unidos.
Si bien se enfrenta en las elecciones con un Donald Trump polémico pero admirado por cierto fragmento de la sociedad americana, Biden cuenta con una marcada presencia política en el país. Fue vicepresidente desde el año 2009 al 2017, senador por Delaware desde 1973 al 2009 y miembro del Partido Demócrata. Este no sería su primer intento como candidato, puesto que ya se había postulado dos veces más sin éxito, en 1988 y en 2008.
No es un hombre que baje los brazos fácilmente, con una preparación como abogado, su carrera política comenzó con la elección al consejo del condado de New Castle en 1970. Su paso a la banca como Senador de Delaware le abrió las puertas a la cúpula en edad muy temprana, razón por la cual se lo reconoce como el sexto senador más joven de la historia norteamericana, en donde su historial carga con ser el elegido seis veces en el cargo.
Diferentes decisiones políticas y acciones sociales, durante sus cargos hicieron que tuviera más acercamiento popular que el que podría haber logrado el actual presidente. Sin embargo, todo este recorrido por la política no suma a la hora de analizar sus decisiones en cuanto a cómo impacta en el mercado y en la moneda local.
Dólar vs Biden
Más allá de las propuestas políticas, el acercamiento popular y el contrafrente que haga el opositor Donald Trump, la aguja que marcará el destino después de las elecciones primarias de los Estados Unidos tiene dos puntas bien afiladas: el dólar y el impacto de la pandemia en los mercados.
No se puede hacer mucho con las consecuencias comerciales y sociales que acarrea la pandemia. La presencia de un amenazante virus no sólo paralizó al mundo, sino que mantiene la incertidumbre en los mercados.
A raíz de esto, los operadores tienen una mirada diferente entre sí, respecto a lo que pueda suceder con Trump o Biden en el poder. De esta forma, asumen que de ganar Joe Biden, el dólar se debilitaría, mientras que, por el contrario, se fortalecería tras el triunfo de Trump quien, además, lograría así su segundo mandato.
Es imperioso reconocer que el mercado de divisas en donde se mueven estos operadores cuenta con un tráfico de US$6,6 billones al día. ¿Qué pasará según cada resultado?
Aquí es donde los datos cobran más interés, y las encuestas por las elecciones de los Estados Unidos traducen la situación que se está viviendo actualmente y cómo se visualiza el futuro de la divisa con Biden al poder.
Veamos que dicen las encuestas recientes respecto a las elecciones de los Estados Unidos en 2020:
Según Coalition Greenwich, un 76% de la población considera que de ganar Biden, ex vicepresidente de los Estados Unidos, el dólar sufrirá un debilitamiento frente a las divisas del Grupo de los 10, mientras que un 61% considera que caerá respecto a los mercados emergentes.
Por su parte, de ganar Donald Trump el 58% de los encuestados cree que el dólar subirá frente al G10, y el 55% considerá que superará a las monedas emergentes en Asia.
De hecho, de esta encuesta se desprende el concepto de que los inversores están mirando cada vez con más cariño a Biden por sobre Trump. Por fuera del dato, se rumorea que los demócratas aprobarían un paquete de estímulos aún más tentador que el que liberó Donald Trump. Este gesto terminaría por debilitar la demanda del dólar que aunque bajando un 0,3%, redujo las pérdidas ocasionadas por el impacto del coronavirus.
Un dato no menor para comprender cuánto valor tiene la encuesta como para no relativizar los resultados es que encuestados son mayormente corporaciones, fondos de cobertura, bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Europa, todos ellos respondieron aduciendo que no tienen un plan de contingencia, no planean protegerse, sino que por el contrario, el plan es esperar para analizar la reacción del mercado después de que se emita el acto democrático.
El contexto no es alentador, el índice JPMorgan (NYSE:JPM) versa sobre una volatilidad muy próxima al máximo reconocido. La decisión de los votantes es fulminante para esto, puesto que los resultados retrasados o impugnados podrían ser el camino hacia una volatilidad aún mayor generando una inevitable tormenta en el mercado.
Para este caso, y según el análisis de la encuesta, el dólar sólo podría fortalecerse con la demanda de refugio.