BMV: Ni Carstens pudo evitar el sangrado

La Bolsa Mexicana de Valores IPC cerró este jueves con otra fuerte caída en concordancia con los índices internacionales que cerraron con pérdidas en un día con pocos datos económicos en el extranjero pero con Banco de México como agente estelar para los mercados mexicanos. La decisión de política monetaria tuvo un sabor agridulce que no pudo detener el desplome del principal índice.

Los datos económicos en Estados Unidos fueron poco relevantes, se publicaron los subsidios de desempleo que vinieron por debajo de lo pronosticado por la encuesta de Bloomberg, mientras que el PMI de Markit de servicios superó el consenso con una lectura de 58.6 para el mes marzo. El día de mañana tendremos la revisión al PIB anualizado para el cuarto trimestre del Estados Unidos donde se espera que se revise al alza de 2.2% a 2.4% mientras que el deflactor se espera que se mantenga constante.

En México hoy se publicó la decisión de política monetaria de Banco de México. Nosotros habíamos dicho que podía subir tasas con un balance de riesgos. No obstante, el comunicado de prensa de Banco de México fue claro: la tasa se mantiene en 3% porque hasta la última reunión de política monetaria de la Fed no había quedado claro si ya se contemplaba un incremento en la tasa del banco central norteamericano en el corto plazo. Con esto, Banxico manda un mensaje de que no está contemplando elevar la tasa, y que no lo hará hasta que haya una amenaza creíble por parte de la Fed sobre un potencial incremento en la Fed Funds rate, con ello, podríamos creer que un incremento de tasa se daría, en su caso, hasta junio y no en abril.

Si bien la calma de Banxico pudo haber sido un elixir de la vida para los mercados, en realidad lo que preocupa es que la economía mexicana no está creciendo al ritmo que todos esperaban (aun cuando el año pasado el primer trimestre fue golpeado por el incremento en los impuestos). Que Banxico haya decidido dejar la tasa sin cambios significa que el peso seguirá depreciándose y que probablemente los inversionistas extranjeros decidan seguir saliendo del país en busca de mayor seguridad aunque esto signifique percibir menores rendimientos. Nosotros en el cierre de ayer comentábamos que la depreciación del peso podría causar estragos de corto plazo en la manufactura como mostraron los datos del IGAE para enero, sin embargo, en el largo plazo podríamos esperar un mejor desempeño en este sector.

Otra preocupación de los mercados es que los recortes al gasto podrían afectar a la economía más de lo esperado. Hoy tan solo en Ciudad de Carmen se canceló un proyecto de construcción de un hotel por parte de Fibra Inn quien suspendió el proyecto a causa de que su ubicación fue afectada por los recortes presupuestarios.

Con este contexto, el IPC se vino debajo de nuevo. La infraestructura se volvió a hacer pedazos, ICA (NYSE:ICA) cayó 2.25% mientras que Grupo Carso A1 (MX:GCARSOA1) perdió 2.44% y OHL (MADRID:OHL) otro 1.68%. Por su parte, Alfa (MX:ALFAA) perdió 1.20% y Cemex otro 1.65%. Los bancos, pese a la decisión de Banxico cayeron de forma moderada. Santander (MADRID:SAN) perdió 0.12% al tiempo que Financiero Banorte (MX:GFNORTEO) cayó 0.65% e Inbursa (MX:GFINBURO) un 4.02%. La Bolsa también sufrió al perder 1.88%. Pese a la caída de hoy, creemos que mañana podría haber un rebote dependiendo del dato del PIB de Estados Unidos. El IPC ha mostrado fuerza al momento de defender las 43 mil unidades, aun cuando se encuentra a aproximadamente 0.47% de este límite inferior.

En el mercado de renta fija, los bonos gubernamentales cerraron el día con un alza en todos los rendimientos. La caída en la renta fija se debió a que el Banco Central no elevó tasas y los inversionistas, en gran parte internacionales decidieron abandonar el barco antes de que la depreciación de la moneda siga afectando su cartera. El bono a 10 años se elevó 7 puntos base mientras que el de 5 años se elevó 6 puntos base. En el corto plazo la curva sigue subiendo y este fenómeno podría hacer que aunque Banxico mantenga la tasa de interés objetivo baja, que el mercado se ajuste por sí solo anulando todo apoyo a la economía.