Este ha sido un buen año para las bolsas del mundo y el principal parqué a nivel global no ha sido la excepción. En lo que va del año, la bolsa estadounidense ha visto un impulso que ha llevado a sus tres principales índices a marcar una seguidilla de máximos históricos en distintos puntos del año.
Y esto podría seguir siendo así, según uno de los principales bancos de inversión del mundo.
Desde la perspectiva del análisis técnico, Bank of America (NYSE:BAC) Merril Lynch asegura que todavía hay combustible para Nueva York.
“Creemos que 2018 se perfila para continuar la tendencia compradora, similar a 2014”, señaló en un informe.
Analizando el desempeño con años anteriores, BofA ML hizo un paralelo entre las tendencias de los últimos ejercicios y lo ocurrido a principios de esta década: 2015 vivió correcciones al igual que 2011, señalaron, mientras que 2016 trajo consigo un repunte al igual que 2012. En esa línea, el banco de inversiones destacó que este año ha registrado un rally accionario, en paralelo con lo ocurrido con 2013, y vaticina que el próximo la tónica será la continuación de la tendencia, al igual que lo fue 2014.
En esa línea, la compañía indicó que el selectivo S&P 500, uno de los tres grandes benchmarks de Wall Street, podría alcanzar el rango 2.700-2.800 puntos hacia el cierre del primer semestre del próximo año e incluso tocar los 3.000 puntos en 2019. Ayer el precio de cierre del SPX fue de 2.656,4 puntos, por lo que el upside que ofrecen las estimaciones de BofA llegan a 1,6%-5,4% y 13% respectivamente.
El índice bursátil que agrupa las principales 500 compañías de Estados Unidos acumula un rally de 19% en lo que va del año, y se mantiene cerca de los 2.664,11 puntos en los que quedó su último récord histórico este martes.
Desde el cierre del año pasado, la bolsa estadounidense se ha convertido en el principal foco de inversión en ETF por mucho: el flujo neto llega a los US$309.064 millones. En un mes, el flujo llega a US$62.497 millones.
Hacia adelante, Bank of America resalta que las grandes preocupaciones de los inversionistas están del lado del aplanamiento de la curva de rendimiento soberana de EEUU y de las alzas a la tasa de referencia de la Reserva Federal.
“Inversiones de la curva soberana precedieron las últimas siete recesiones, y diez de las últimas 14 subidas de la Fed precedieron recesiones también, así que los inversionistas están preocupados sobre la curva de rendimientos y la contracción de la política monetaria”, comentó el banco de inversiones en su informe.
En esa línea, BofA explicó que el escenario actual -con alzas moderadas en la Fed y una curva que se aplana pero aún no se invierte- no se perfila bajista para el S&P 500. Un cambio en estas condiciones, sin embargo, traería consigo un “cambio negativo” para el pronóstico.