( Por Agustín Alvarez )
En las últimas semanas se ha visto un fuerte avance en los precios de activos expuestos a Brasil, asociado a la mayor probabilidad de una destitución de la actual presidenta, el cual eventualmente podría destrabar la parálisis política existente y comenzar a implementarse reformas agresivas para estabilizar la economía. En una primera mirada, tras la aprobación de la cámara baja el domingo podría verse actualmente a este mercado como una oportunidad de inversión atractiva, sin embargo, creemos que hay varios factores que llaman a la prudencia.
En primer lugar, creemos la apreciación del real (que ha sido uno de los grandes catalizadores de este repunte reciente) tiene poco espacio para seguir aportando. Por un lado los fundamentales creemos que justifican un nivel de tipo de cambio superior (considerando la inflación sobre el 10% y el déficit primario sobre el 2%). Pero creemos que ha sido más importante aún la señal que dio el Banco Central al intervenir recientemente para debilitar la moneda, con lo cual creemos que dio una fuerte señal de que no está cómodo con niveles de tipo de cambio bajo BRL 3,5.
En segundo lugar creemos que la salida del PT (OTC:PTGCY) del poder no va a ser suave, y el mercado ha incorporado un escenario muy optimista en el ámbito político, con lo cual no descartamos volatilidad de corto plazo vinculada al proceso de transición.
Adicionalmente, si se da el escenario central de cambio de gobierno, creemos que la “luna de miel” sería muy breve. En el ámbito político, los impulsores del “impeachment” tienen acusaciones de corrupción incluso mayores a las imputadas a la presidenta, lo cual va a generar incertidumbre. Por otro lado, las reformas necesarias para estabilizar los desbalances actuales de la economía son altamente impopulares.
En el ámbito de materias primas también creemos que los próximos meses pueden ser más difíciles. Los resultados de la cumbre energética de Doha fueron decepcionantes para el petróleo, y los metales también han mostrado fuertes avances (especialmente el hierro) que parecen haberse anticipado a los fundamentos de oferta y demanda.
Finalmente, las valoraciones actuales de la bolsa en Brasil tampoco se ven como una “ganga” a primera vista transando con una P/U 16E de 11,9x (comparado con un promedio histórico bajo 10x), tras haber mostrado una rentabilidad en dólares de 63% desde el mínimo registrado el 21 de enero.
Sin duda que los cambios que hemos visto en Brasil pueden abrir la puerta a reformas estructurales que extiendan el repunte visto en los últimos meses, pero al igual que ocurrió con Argentina tras el triunfo de Macri, lo más aconsejable a corto plazo parece ser “comprar con el rumor y vender con la noticia”.