Este miércoles 18 de diciembre, la Reserva Federal de UEA (Fed) celebra su última reunión de política monetaria del año.
El mercado espera un nuevo recorte de 25 puntos base con una probabilidad del 95%, lo que supondría la tercera bajada del actual ciclo de flexibilización.
Lo más relevante serán las nuevas estimaciones de los integrantes del banco central estadounidense sobre los niveles de tasas de interés para el próximo año, lo que se le conoce como diagrama de puntos o dot-plot.
En las últimas declaraciones de funcionarios de la Fed la mayoría ha puesto el acento en el riesgo de que la inflación repunte. El rubro subyacente lleva tres meses estancados en el 3.3% y el índice general lleva dos meses con repuntes en su tasa anual.
Esto en un contexto de renovadas preocupaciones sobre los precios por los efectos esperados de las políticas de Donald Trump.
Sus promesas electorales, especialmente los aranceles y las deportaciones de inmigrantes, amenazan con hacer resurgir las presiones inflacionarias, y de paso con alterar la senda esperada por la Fed en su ciclo de recortes de tasas. La política económica del nuevo presidente puede complicar la tarea del banco central estadounidense.
Otros, en el de que el mercado laboral se debilite más de lo esperado. Como es costumbre, todos concluyen que las próximas decisiones dependerán de los datos que se vayan conociendo acerca de la evolución económica.
En este sentido el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, ha insistido de que no hay prisa por ir situando la política monetaria en una posición más neutral, que ni frene ni impulse la economía, frente al actual sesgo restrictivo.
Esto es, para Powell la economía norteamericana no está enviando señales para que tengan que apurarse con los recortes de tasas.
El último dot-plot, dado a conocer en el encuentro de septiembre, dejaba ver la intención de la Fed de llevar a cabo cuatro recortes de tasas de 25pbs cada uno en el 2025. Desde entonces y a la fecha, el escenario ha cambiado de forma significativa. Incluso, el mercado actualmente le apuesta a que solo habría dos recortes en todo el próximo año.
Si el nuevo dot-plot que se dé a conocer esta semana contempla mayores bajas de tasas que lo que el mercado le está apostando, podríamos observar una reacción positiva del peso mexicano frente al dólar. Incluso, lo suficiente para darle un impulso a que termine el año por debajo de los $20.0 spot.
De lo contrario, un dot-plot con menores recortes de los que le mercado contempla provocaría una reacción negativa de la moneda mexicana, presionándolo cerca de 20 centavos.
Por su parte, este jueves 19 de diciembre, Banco de México (Banxico) celebra su última reunión de política monetaria del año.
El mercado espera también un nuevo recorte de 25 puntos base (la tasa de fondeo cerraría el año en 10%), lo que supondría la quinta bajada del actual ciclo de flexibilización.
A diferencia de la inflación en EUA que muestra dificultades para seguir bajando, en México la inflación subyacente mantiene un ritmo constante de bajas (hasta noviembre la inflación subyacente acumulada en el año ha sido menor a la de los últimos 5 años), y es muy probable que se acerque al objetivo de Banxico en la primera mitad de 2025.
La economía mexicana muestra señales más claras de enfriamiento, lo que refuerza la expectativa de que la inflación siga bajando, y permitiría a Banxico en poder volver la tasa de fondeo menos restrictiva, considerando mayores bajas a las esperadas por parte de la FED en EUA. Lo anterior significa que la tasa podría alcanzar niveles de por lo menos 9.0% a finales de 2025 (nuestra expectativa es 8.50%).
Sin embargo, la ventana para separarse de la FED no es muy grande y podría cerrarse pronto, ante la incertidumbre actual. La amenaza de aranceles a varios productos mexicanos por parte del próximo presidente de EUA, Donald Trump, la volatilidad o posible depreciación del peso mexicano por temas externos e internos, y niveles difíciles de superar por parte de la inflación mensual, probablemente provoquen que la inflación vuelva a repuntar en la segunda mitad de 2025, aunque todavía cerca del 3.5%, pero con tendencia de alejarse de la meta de Banxico y acercarse al 4.0% hacia adelante.
La normalidad de la tasa de fondeo en México oscila entre el 7.5% y el 8.0%. Actualmente el panorama plantea muchos riesgos que podrían dificultar que la tasa alcance esos niveles en los próximo 2 años, aunque aún sean posibles.
Para el jueves, si Banxico baja como esperado 25 puntos base su tasa podríamos observar una reacción positiva del peso mexicano frente al dólar, limitada y temporal de 10 centavos.
Una disminución mayor (de 50 puntos base), provocaría una reacción negativa de la moneda mexicana, presionándolo cerca de 20 centavos.