Los precios al consumidor crecieron 0.89%m/m en enero, por debajo de lo esperado (Banorte-Ixe: 0.94%; consenso: 0.98%). No obstante, la inflación subyacente resultó por encima de lo estimado con una variación de 0.85% vs. nuestro estimado de 0.79%. La principal desviación con respecto a nuestro estimado vino por: (1) Una caída no anticipada de los precios de agrícolas (-6pbs vs. nuestro 0.6pbs); (2) una menor contribución de los precios de energéticos (19.6pbs vs. nuestro 21pbs); (3) una menor contribución del precio de tarifas del gobierno (12.5pbs vs. nuestro 13.6pbs); así como (4) una mayor contribución del precio de mercancías (43.6pbs vs. nuestro 41.9pbs); y (5) una mayor contribución de los precios de servicios (20.7pbs vs. nuestro 17.5pbs), como se muestra en la tabla de abajo.
Fuertes caídas en precios agrícolas compensaron por el impacto de la reforma fiscal sobre los precios de mercancías y energéticos. Los precios agrícolas se redujeron un 0.67%m/m, como resultado de fuertes caídas en el precio de los jitomates (-35.5%m/m); el tomate verde (-18.3%), los chiles poblanos (-18.1%), los chiles serranos (7.6%), las uvas (-8.7%) y otros chiles frescos (-5.4%). En conjunto, estos elementos restaron 27.4bps a la inflación total más que compensando por el aumento de 44.8% en el precio de los limones (+3.7bps a la variación total del IPC). Mientras tanto, los precios de las mercancías aumentaron 1.26%m/m, contribuyendo con 43.5bps a la inflación total durante el período en cuestión, derivado de la aplicación de la reforma fiscal. En particular, el INEGI menciona mayores precios de los refrescos envasados (12.8%) y los cigarrillos (4.6%), ambos productos sujetos a nuevos niveles de IEPS. El precio de los servicios creció 0.5%m/m, como resultado de un aumento de 0.22% en los costos de vivienda, junto con mayores costos de educación (arriba 0.41%) y un aumento del 0.85% en otros servicios. De acuerdo con el INEGI, este último subíndice añadió 14.9bps a la inflación total en particular como resultado de los mayores precios de los restaurantes (1.5%), que fueron compensados por menores precios de transporte aéreo (-15.4%) y otros servicios turísticos (-6.9%). Los precios energéticos aumentaron 1.86%m/m en particular como resultado de los mayores costos de la gasolina de bajo octanaje (1.8%) y las tarifas eléctricas (1.7%). Por último, las tarifas del gobierno aumentaron 2.38%m/m derivado de aumentos en las tarifas del metro y el autobús urbano, arriba 15.5%m/m y 3.6%m/m, respectivamente.
Impacto limitado de la reforma fiscal sobre los precios. Con estas cifras, la inflación anual se incrementa a 4.48% vs 3.97% anual en el mes anterior. Mientras tanto, la inflación subyacente se encuentra ahora en 3.21% de 2.78% en diciembre. En línea con nuestra expectativa, la aplicación de la reforma fiscal parece estar teniendo un impacto relativamente limitado en la inflación, reduciendo, a su vez, la probabilidad de efectos de segundo orden sobre otros precios. De hecho, pensamos que los niveles actuales de inflación anual podrían ser los más altos durante 2014. Hacia delante, las presiones inflacionarias deberían mantenerse contenidas, aunque no podemos descartar posible reversiones en los precios agrícolas, en particular como consecuencia de las condiciones meteorológicas adversas que afectan a los cultivos. En este contexto, seguimos esperando que Banxico permanezca en espera en el futuro previsible.