Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El dólar sigue sometido a una gran presión al comienzo de esta nueva semana. Las declaraciones de Janet Yellen en Filadelfia han sido el evento de riesgo más esperado para el dólar y, aunque no han sido para tirar cohetes, han dado a los inversores pocos motivos para comprar billete verde. Respecto a estas declaraciones, muchos participantes del mercado esperaban que la presidenta de la Fed anunciara que los tipos de interés subirían en los próximos meses pero, desafortunadamente, se ha abstenido de reiterar dicho argumento y ha insistido en el reconocimiento del deterioro laboral que ha indicado el informe del viernes. Aunque Janet Yellen no quiere sacar muchas conclusiones únicamente de un informe de un mes, le preocupa el alcance del debilitamiento del mercado laboral del mes pasado. El tono general de su discurso de hoy en Filadelfia ha sido menos contundente porque, aparte de las cifras sobre empleo, también ha mostrado su preocupación en torno a los riesgos de China y el denominado Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea). Hablando claro, Yellen aún cree que lo positivo supera lo negativo en lo que a la economía se refiere, y cree que las mejoras que se observan en otros informes del mercado laboral indican que los salarios están aumentando y que está a punto de detener la desaceleración del mercado laboral aunque aún hace falta que se observe una recuperación considerable del crecimiento del empleo antes de volver a subir los tipos. La Fed aún pretende subir los tipos en 2016 pero, llegados a este punto, está claro que la subida no va a materializarse en junio y, para que se produjera en julio, tendríamos que observar un aumento de 200.000 empleos. El dólar no sólo ha registrado una discreta caída tras el discurso de Yellen sino que su prudencia, junto con la disminución de las expectativas del mercado en cuanto a que suban los tipos en julio según los futuros de los fondos de la Fed, indica que el billete verde va a seguir registrando pérdidas.
Respecto a los bancos centrales, el Banco de la Reserva de Australia se reúne esta noche y, entre la ralentización de la economía china y las dispares lecturas de Australia, el Banco de la Reserva de Australia parece ir a mantener una postura prudente. La última vez que se reunió, el banco australiano sorprendió en los mercados con un recorte de 25 pbs de los tipos, alegando la renuencia de la Fed a normalizar la política monetaria y los indicios de ralentización económica a escala mundial. Desde entonces, la Fed ha ido adoptando una postura más agresiva pero la economía mundial sigue debilitada. Australia en concreto ha registrado un menor crecimiento laboral, menos presiones de los precios y una disminución del consumo. Se ha observado un gran crecimiento del PIB correspondiente al primer trimestre y la actividad del sector servicios se ha acelerado aunque la actividad del sector manufacturero se ha ralentizado y ha descendido el precio de las materias primas. La actividad del sector manufacturero también se ha expandido a un menor ritmo pero lo más importante es que el mayor deterioro se observó en la economía de China. Teniendo en cuenta que la decisión de recortar los tipos en mayo fue bastante reñida según las actas, el Banco de la Reserva de Australia no va a volver a adoptar medidas de relajación en junio pero la puerta a más estímulos podría quedar abierta. La cuestión, en lo que respecta a los traders del AUD/USD, es si el banco central insiste en seguir en modo “esperar a ver qué pasa” u ofrecen previsiones de más medidas de relajación. Aquí podemos echar un vistazo a la evolución de la economía australiana desde la última reunión sobre política monetaria.
Los precios del petróleo se encuentran próximos a 50 USD por barril, y el dólar canadiense ha subido considerablemente con respecto al billete verde. El CAD está en juego esta semana, pues el PMI Ivey se publica esta noche y las cifras sobre empleo de Canadá, el viernes. Mayo es temporada baja para la actividad manufacturera y los incendios de Alberta pueden haber perjudicado aún más a la actividad. Según el RBC, la actividad manufacturera ha sido ligeramente menor en mayo comparada con abril. Técnicamente, el par USD/CAD se ha situado por debajo del EMA de 50 días y parece que va a situarse por debajo de 1,2800 pero, para que eso ocurra, sería necesario que se observara un descenso mucho mayor del dólar y/o una subida del petróleo.
Mientras, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda también se reúne esta semana y, a diferencia de Australia, se han observado considerables mejoras en la economía de Nueva Zelanda desde la última reunión de política monetaria. Por desgracia, los traders del NZD/USD no parecen darse cuenta de eso porque el dólar neozelandés ha cerrado la jornada a la baja con respecto al billete verde.
El euro ha cerrado la jornada sin cambios con respecto al dólar a pesar de la última tanda de dispares informes económicos de la zona euro. Los pedidos industriales se han desplomado un 2% durante el mes de abril pero el gasto de los consumidores de Alemania ha aumentado en mayo según el índice minorista PMI. Las cifras sobre la producción industrial de Alemania se publican mañana junto con las cifras revisadas sobre el PIB de la zona euro del primer trimestre. No se espera que ninguno de estos informes tenga un impacto significativo en el euro. La atención se centrará esta semana en el interés del mercado en el dólar y las declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi.
Se ha observado una gran volatilidad en la actuación de la libra y va a seguir observándose según se acerque el referéndum del Reino Unido. Esta semana se publica un puñado de informes económicos, desde producción industrial a la balanza comercial, pero serán las encuestas las que determinen el rumbo de la divisa. Los últimos descensos de la libra han venido determinados por los resultados de una encuesta del Daily Telegraph que indicaba que un 69% de los suscriptores encuestados estaban a favor de abandonar la Unión Europea.
Según nuestro colega Boris Schlossberg:
“Esto todavía está dentro del margen de error pero basta para preocupar a los mercados financieros que en general están convencidos de que el Reino Unido permanecerá en la UE. Operar con el USD/GBP sólo conllevará más volatilidad según se acerque la votación y muchos brokers de las minoristas han empezado ya a elevar su margen en relación con el par de divisas, temerosos de verse con otro desastre del Banco Nacional de Suiza entre manos. Por ahora no obstante, la visión general en los mercados, así como entre los apostadores británicos, es que ganarán los partidarios de permanecer en la Unión Europea pero, como la confianza oscila a un lado y a otro, el riesgo de que descienda el USD/GBP sigue siendo considerable".