Este sábado marca el inicio oficial del verano. El consumo de petróleo y la producción experimentan patrones estacionales típicos que los traders, productores y consumidores esperan y planifican. Sin embargo, este verano será claramente diferente a medida que los mercados se enfrentan a los cambios provocados por la pandemia de coronavirus y la dislocación económica.
Aquí tenemos cinco cosas a vigilar en esta atípica temporada de verano:
1. Revisiones de la producción mes a mes de la OPEP+
La OPEP+ se reunirá de nuevo en julio. La OPEP+ normalmente se reúne una vez durante el verano para establecer cuotas de producción de cara al segundo semestre del año. Este año, la OPEP+ se ha reunido en marzo, abril y junio, y sus medidas —o la ausencia de ellas— en cada reunión han afectado a los mercados.
El grupo tiene la intención de revisar sus políticas de producción mes a mes, lo que significa que en julio podría decidir prorrogar las cuotas de producción actuales un mes más. La misma incertidumbre podría continuar en agosto y más allá.
¿Decidirá el grupo firmar un acuerdo a más largo plazo o continuará con las decisiones mes a mes durante el resto del verano? Hay rumores entre algunos países de la OPEP de que los acuerdos mensuales perjudican su capacidad de planificar sus presupuestos nacionales, así que debemos esperar un impulso hacia un acuerdo más cercano a los seis meses tradicionales.
2. Descenso de la demanda de viajes
Por lo general, hay un repunte de los viajes durante el verano, ya que la gente se toma vacaciones, especialmente en Norteamérica y Europa. En los últimos años, también se ha producido un aumento de los vuelos en verano. De hecho, durante el verano de 2019 se alcanzó un nuevo récord del número de personas que pasaron por los aeropuertos de Estados Unidos —un aumento del 3,4% respecto al verano de 2018.
Tradicionalmente, el consumo de combustible para aviones en verano se ha elevado, pero este verano debería descender, ya que los viajes se ven afectados a escala mundial por las medidas de confinamiento y los temores en torno al coronavirus. Si bien podría haber un repunte de los viajes en coche, ya que las familias optan por conducir a destinos vacacionales en lugar de volar, este crecimiento podría no notarse en términos de demanda de gasolina, ya que las familias que experimentan dificultades económicas suelen renunciar a los viajes y vacaciones por completo.
Además, se han cancelado conferencias, convenciones y muchos eventos deportivos, incluidos los Juegos Olímpicos, eliminando estas fuentes de viaje durante los meses de verano.
3. Más petróleo saudí desviado para el uso de energía doméstica
En Arabia Saudí, la demanda de electricidad suele aumentar durante el verano. Recientemente, la nación ha podido utilizar más gas natural para la electricidad que petróleo. El gas natural de Arabia Saudí está vinculado casi completamente al gas, que se produce como un subproducto de la producción de petróleo crudo. Una menor producción de petróleo crudo significa menos gas natural para Arabia Saudí, y ese gas natural es importante tanto para las necesidades de electricidad como de productos petroquímicos.
Pero con la demanda de petróleo crudo en niveles significativamente inferiores a lo normal, es posible que Arabia Saudí decida quemar más petróleo crudo para la electricidad de los hogares este verano en lugar de desviar el gas natural necesario para la producción petroquímica.
4. Incertidumbre en torno a la apertura de las economías
Muchas áreas siguen bloqueadas o bajo importantes restricciones económicas, incluidos centros económicos y culturales mundiales como las ciudades de Nueva York y Pekín. Hemos visto que las reaperturas han proporcionado un impulso inmediato a la actividad económica y la demanda de petróleo durante el último mes y medio, pero todavía no sabemos cuándo se abrirán las restantes jurisdicciones. La apertura de las economías podría impulsar la demanda de maneras diferentes a lo que normalmente vemos en esta época del año, pero debemos esperar noticias de cuándo llegarán estas aperturas.
5. Planes de verano afectados
El verano tiende a ser un período de poco movimiento para los grandes negocios, pero bastante movido para las actividades de ocio. Mientras que muchos estadounidenses suelen disfrutar de sus vacaciones en la primera semana de julio, en otras partes del mundo, como Europa occidental, agosto suele ser el mes para ir de vacaciones. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si la extraña situación actual afectará a los planes de verano en 2020.
La economía mundial se encuentra en medio de una grave dislocación. Con muchas actividades de ocio canceladas y las empresas luchando por compensar la pérdida de ingresos, ¿serán los meses de verano más bien como cualquier otra época del año? ¿O va a necesitar la gente unas vacaciones para recuperarse del estrés de la pandemia?