En la últimas semanas se observó un marcado salto del oro y mas aun de la plata, esta última, con una performance brutal. Si bien hace meses que los mercados globales vienen navegando un escenario de mega emisión monetaria que le es muy favorable a los metales preciosos (short fiat money, long real money), en estas últimas semanas un evento adicional exponenció su performance relativa. El hecho de que la reapertura en USA haya ocasionado nuevos saltos del virus en la curvas de algunos Estados ha dañado lo que era una incipiente recuperación de su economía real. De esta forma el mercado comenzó a descontar un escenario inmejorable para metales preciosos: mega emisión monetaria sumada ahora a una recuperación que parecería ser bastante más lenta y débil de lo que el mercado esperaba poniendo un gran freno a las tasas, principal enemigo de los metales preciosos los cuales tienen carry negativo.
De esta forma, de la mano de una tasa de 30 años llegando a niveles de 1.20% y un VIX rozando ya los 25, el mercado intenta descartar a un escenario de caos global de la ecuación pero a la vez comienza a posicionarse para una coyuntura en donde todo parecería querer volver de manera mucho mas lenta. Esta es la principal razón por la que el mercado de acciones energéticas en USA estuvo tan ofrecido en estas últimas semanas. Energía es uno de los mercados que mas sufre la pandemia actual y que mejor descontada tiene la crueldad con la que este bendito virus impactó al mundo. De esta forma y muy en relativo el mercado comenzó a descontar a Europa con una clara ventaja sobre USA basada en la noción de que a nivel logístico los europeos demostraron ser bastante más eficientes en la contención del virus que los norteamericanos.
Eso generó una muy fuerte apreciación del euro versus el dólar norteamericano en este último mes cercana al 5% y de la mano del Euro, el DXY (dollar index) comenzó un fuerte selloff que contagió al resto de las monedas del planeta, sumados los metales preciosos. Tanto la generalidad de las monedas emergentes como las del G10 han tenido en estas últimas semanas una marcada tendencia alcista que describe una historia de fondo muy simple: la recesión en USA será mas prolongada a lo esperado aspecto que sin ser dramático obliga a un reposicionamiento relativo de cartera para un mercado que en esta crisis se ha caracterizado muchísimo por rotaciones entre sectores y entre asset classes con dinámicas puntuales que van cambiando muy drásticamente y de acuerdo a la coyuntura.
Y con esta lógica, los trades que hoy están de moda son aquéllos que shortean al dólar pero lejos de la dureza con la que la economía real está castigando a algunos sectores del équity norteamericano. En este conjunto de activos “exentos” tenemos: metales preciosos, équity europeo, algo de emergentes y bonos largos libres de riesgo. Recordemos que los ETFs que tienen su valor intrínseco en monedas locales como son todos aquéllos referidos a équity europeo (como el EWG que replica Alemania) y équity emergente (como el EEM que replica équity diversificada global) muestran en este contexto dos fuentes de performance: el salto en el valor intrínseco de su respectivo mercado más la apreciación de la moneda. De esta forma, en términos generales se observa un mercado norteamericano que de la mano de un dólar haciendo selloff global comienza a hacer underperformance respecto a otros mercados como el europeo y algunos emergentes.
Esta dinámica no es nueva en absoluto. Durante el 2008/2009 cuando la economía norteamericana estaba en el peor punto de su crisis anterior y cuando la FED activa su QE1 muchos de los trades que hoy están de moda hicieron lo mismo durante esa época. El oro, el Euro y en general todas las monedas del planeta comenzaron a ralear versus el dólar americano hasta que la economía de USA pegó al vuelta y trituró todo lo que había performeado muy bien antes. No creo que esta vez la historia sea distinta. A USA le llevará quizá un poco más de tiempo recuperarse pero al final de esta historia terminará picando en punta en relativo fruto de un estímulo monetario y local sin precedentes en otras partes del mundo y resultado de un objetivo inmutable desde la FED: reflación casi eterna de activos. Lo que se viene en materia de niveles de tasas de interés y permanencia de estímulos monetarios será histórico y esto recién comienza.