Los inversores de Tesla (NASDAQ:TSLA) apenas pueden tomarse un descanso del flujo de malas noticias. El mes pasado, fue la demanda de Walmart (NYSE:WMT) al fabricante de automóviles eléctricos culpando a sus baterías defectuosas de causar incendios en al menos siete de sus tiendas. Y quién sabe lo que aguardan las cartas para septiembre.
Pero ante este interminable ciclo de reveses, las acciones de Tesla han subido, en un repunte que comenzó en junio. A pesar de alguna caída puntual, como la de ayer, cuando las acciones cerraron con pérdidas de un 0,3% en 225,01 dólares, las acciones han subido más de un 22% en los últimos tres meses en un momento en que el S&P 500 de referencia experimentaba una gran volatilidad y los inversores rechazaban las acciones de crecimiento.
Y sin embargo, las acciones de Tesla siguen acumulando pérdidas de más de un 30% este año, perjudicadas por una serie de errores y por las preocupaciones en torno a que al fabricante de automóviles le resulta difícil hacer crecer la cartera de pedidos de sus vehículos eléctricos y equilibrar sus cuentas.
El reciente repunte podría resultar ser efímero dado el patrón de auge y caída de las acciones de Tesla, sin embargo eso indica un cambio positivo: los inversores están comprando cada vez más en el contexto de la nueva postura del director ejecutivo, Elon Musk, que enfatiza la expansión de su capacidad de producción y de su línea de modelos, en vez de en conseguir una rentabilidad en los resultados finales.
Tesla se dirige ahora hacia un equilibrio en el trimestre actual, después de que el fabricante de automóviles anunciara en julio que las pérdidas del segundo trimestre fueron mayores de lo esperado. La compañía espera un retorno a la rentabilidad durante los últimos tres meses del año.
Crecimiento del volumen, expansión de la capacidad
En una carta a los accionistas en julio, Musk subrayaba que "el continuo crecimiento del volumen, la expansión de la capacidad y la generación de efectivo seguirán siendo el foco principal", y añadió que Tesla está trabajando para ampliar su "huella de fabricación en nuevas regiones, lanzando nuevos productos, y para continuar mejorando la experiencia del cliente mientras genera y utiliza el efectivo de manera sostenible".
Junto con ese discurso, los inversores están viendo afortunadamente algunos acontecimientos positivos que están ayudando a mantener el impulso de las acciones. La semana pasada, Tesla consiguió una exención a un impuesto de compra del 10% sobre los vehículos que vende en China, a pesar de las tensiones comerciales entre este país y Estados Unidos.
La exención, que está dirigida a los fabricantes nacionales de vehículos eléctricos, beneficia a todos los modelos de Tesla vendidos en China. La compañía actualmente importa todos los coches que vende en el país asiático, pero planea fabricar el Model 3, su vehículo más vendido, en su nueva planta de China que probablemente comenzará a producir a finales de este año.
En Europa, la demanda del sedán Model 3 ha sido constante, y eso debería ayudar a compensar parte del debilitamiento observado en China, escribió el analista de Wedbush, Daniel Ives, en una nota reciente. Estos comentarios positivos coinciden con la reciente evaluación del servicio de inversores de Moody's de las previsiones crediticias de la compañía, afirmando que han cambiado de negativas a estables. La razón citada es una mejora en los sistemas de producción del Model 3.
"Las previsiones estables estiman que la mejora de la eficiencia operativa del Model 3, el aumento de las ventas regulatorias a crédito y una situación de liquidez adecuada proporcionarán indicios suficiente para seguir emprendiendo iniciativas de reducción de costes que mejorarán la rentabilidad frente a los agresivos planes de expansión", dijo Moody's en una nota sobre Tesla.
Con esta evaluación positiva, sin embargo, las ventas de los vehículos más antiguos y rentables de la compañía, los Model S y X, siguen siendo débiles, perjudicando los márgenes y la generación de efectivo. En Estados Unidos, el crecimiento de estos vehículos se ha estancado tras un fuerte final del segundo trimestre, y Tesla necesitaría un fuerte flujo de pedidos en septiembre para alcanzar sus elevadas previsiones para el tercer trimestre, según Ives.
En conclusión
A pesar de algunos flujos de noticias positivos en las últimas semanas, la demanda de sus vehículos y la capacidad de la compañía para obtener beneficios son los dos factores que decidirán si las acciones de Tesla son una buena inversión a largo plazo. Si Tesla es capaz de cambiar la situación en estos frentes rápidamente sin que el director ejecutivo genere más controversias, sin duda proporcionará una señal positiva para sus acciones.