* Publica sus resultados del primer trimestre de 2020 el martes, 28 de enero, tras el cierre
* Expectativa de ingresos: 88.380 millones de dólares
* Expectativa de BPA: 4,54 dólares
Ningún otro informe de resultados es tan importante para los inversores como el que el fabricante del iPhone, Apple (NASDAQ:AAPL) publicará este martes. La razón: las ganancias meteóricas de las acciones de Apple han proporcionado gran parte del combustible para el fuerte repunte del mercado estadounidense el año pasado.
Tras duplicar con creces su valor, Apple ya ha fijado los precios en función de la perfección, sin dejar margen de decepción a la compañía. El repunte de los últimos 12 meses ha sido tan potente que ha sumado más de 725.000 millones de dólares a la capitalización de mercado de la compañía, ascendiendo el total a alrededor de 1,4 billones de dólares. Las acciones cerraron el viernes en 318,31 dólares, ligeramente por debajo de sus máximos históricos registrados en 323,33 dólares.
Este optimismo extremo viene impulsado por la esperanza de que el negocio de iPhone de Apple siga siendo robusto y reciba otro impulso cuando la compañía publique sus modelos 5G, en principio en septiembre de 2020, lo que permitirá a los consumidores una velocidad de conexión mucho más rápida y propiciar que los pedidos de iPhone registren crecimiento por primera vez en dos años.
Las perspectivas de expansión de las ventas de iPhone parecen robustas pues la tecnología 5G, los crecientes ingresos de Apple procedentes de los AirPods, smartwatches y servicios como suscripciones de música en streaming y pagos móviles también están reforzando la creencia de que la empresa está logrando reducir su dependencia del negocio de hardware más cíclico y va camino de convertirse en una empresa de servicios.
El crecimiento de su división de servicios el año pasado ayudó a Apple a compensar la caída del 14% de su negocio de iPhone. De hecho, se prevé que las ventas de los servicios aumenten hasta 54.000 millones de dólares en el año fiscal 2020 y representen una quinta parte de las ventas totales, frente al 18% de finales de 2019, según datos de analistas recopilados por Bloomberg.
Saltos de valoración de Apple
El crecimiento de los iPhone se está recuperando y las operaciones de servicios de Apple muestran una fuerte expansión, de modo que los inversores son más optimistas en cuanto a las futuras perspectivas. Por primera vez desde 2011, las acciones del fabricante de iPhone han adquirido una relación precio-ganancias más elevada que el S&P 500.
Apple cotiza a 27 veces las ganancias del año pasado, su cota más alta desde 2008, frente a las 24 del S&P 500. La persistente fortaleza de Apple indica que los inversores han comenzado a ignorar el escenario bajista que recomienda a los inversores evitar la compañía porque su crecimiento depende demasiado de los iPhones. Su producto estrella sigue representando aproximadamente la mitad de las ventas totales, lo que hace que el negocio sea vulnerable a un cambio en las preferencias de los consumidores y a una posible ralentización de la actividad económica.
Además de estos impulsores del crecimiento, el entorno macroeconómico, que se volvió hostil el año pasado tras la disputa comercial entre Estados Unidos y China y el creciente riesgo de recesión, está mejorando rápidamente. El mercado de valores está subiendo, la volatilidad es baja y el empleo está creciendo.
La Reserva Federal de Estados Unidos se mantiene firmemente al margen y parece poco probable que el presidente Donald Trump provoque deliberadamente ninguna perturbación en el mercado en año electoral. Este positivo telón de fondo está provocando que los consumidores gasten más en aparatos a nivel mundial. Las ventas del iPhone de Apple en China, el mayor mercado extranjero de la compañía, aumentaron más del 18% el mes pasado, según los cálculos de la CNBC.
En conclusión
El impulso de Apple para expandir sus ventas más allá de los servicios está claramente dando sus frutos, mientras se recupera el crecimiento de los iPhones. Esta poderosa combinación justifica la valoración actual de las acciones y su potencial de crecimiento futuro. Cualquier debilitamiento tras la publicación de los resultados, en nuestra opinión, debería considerarse una oportunidad de compra.