Después de la reunión del G20, las tensiones entre EE.UU. y China se han relajado y esto se ha podido ver reflejado en los mercados. Uno de los sectores que se han visto influenciados es el bancario. Pero no se puede tener muchas esperanzas a largo plazo en los bancos, debido a perspectivas de disminución de la tasa de crecimiento del PIB, el bajo coste del riesgo de crédito y los tipos de interés, y sobre todo en el caso de Europa, debido al mantenimiento de tipos en mínimos históricos e incluso en negativo en el caso del tipo de interés de facilidad de depósitos.
La manera en la que la tregua de la guerra comercial ha afectado al sector bancario ha sido mediante una subida de las cotizaciones, esto fue motivado porque una de las principales razones que está causando incertidumbre en el comercio internacional es la guerra comercial entre EE.UU. y China, haciendo que se produzca una desaceleración de la tasa de crecimiento del PIB de las economías a nivel global.
El crecimiento del PIB afecta a los bancos debido a que, entre otras, es una de las variables utilizadas por los bancos centrales para la fijación de los tipos de interés oficiales. Por lo tanto, si se produce una mejora de las expectativas de crecimiento por la tregua entre las dos principales potencias, la Fed en su próxima reunión no se verá tan influida para bajar los tipos de interés oficiales. Lo que, a su vez, hará que los bancos no sufran un recorte de su diferencial entre el dinero que cogen prestado y el dinero que prestan.
Después de la subida del PIB de EE.UU. en un 1% en el mes de abril, hubo una bajada del 0,1% en la tasa de crecimiento del PIB de mayo y se mantuvo en junio. Por lo tanto, se dio una ligera desaceleración del crecimiento y, en general, se espera que en el primer semestre de 2019 sea ligeramente inferior al del segundo semestre del 2018, pero con la tregua puede que haya un cambio de perspectivas para la Fed. Otros factores publicados recientemente a tener en cuenta sobre la macroeconomía de EE.UU., serían los índices de confianza del sector inmobiliario y manufacturero que mostraron una posible desaceleración de los niveles de actividad.
El muy bajo coste del riesgo es otro de los problemas que, aún con un mantenimiento de los tipos, también perjudica la situación del sector, ya que hace que los banco no puedan gozar de mayores diferenciales.
Para concluir, la tregua de la guerra comercial ha mejorado la perspectiva sobre el crecimiento del PIB, lo que favorece al sector bancario, pero no es un sector en el que haya estimaciones positivas a largo plazo. Por otro lado, se puede esperar que la Fed mantenga tipos, cumpliendo con lo que dijo de que había que “esperar y ver” para saber cuales serían los siguientes pasos a dar.