A solo un par de semanas de que la calificadora de riesgo Moody´s redujera la perspectiva de Costa Rica, Standar & Poor´s (S&P) bajó este jueves la calificación del país de BB a BB-, debido a un tema ya conocido por todos: deterioro fiscal y la baja posibilidad de que la administración actual logre pasar una reforma fiscal. Además de la reducción, la entidad determinó una perspectiva negativa, advirtiendo que existe una probabilidad del 33% de que se dé otra rebaja en los próximos meses si no se toman medidas para evitar un mayor deterioro de las finanzas.
De esa manera, con Standar & Poor´s el país tiene la menor calificación de las tres grandes firmas evaluadoras (siendo las otras dos Fitch y Moody´s), calificación que es incluso un escaño por debajo de la brasileña, la cual se ha visto inmersa en una tormenta perfecta con la caída en los precios de las materias primas, así como una crisis política.
¿Cuál fue la reacción de los mercados internacionales ante este ajuste?
Aunque parezca paradójico las referencias de compra y venta de los eurobonos costarricenses están al alza hoy viernes, contrapartes internacionales de Aldesa nos reportan demanda por títulos, tanto de inversionistas estadounidenses como europeos. De esta forma, un bono con vencimiento al 2025 tenía una precio promedio de 85,4% el miércoles y este viernes (un día después del “downgrade”) está en 85,5%, el resto de bonos presentan un comportamiento similar.
Lo anterior se debe a que ya los inversionistas conocen sobre el deterioro de las finanzas locales y han ido ajustando los precios desde hace meses: “ya los rendimientos reflejaban el ajuste en la calificación”, coinciden nuestras contrapartes.
La pregunta hacia adelante será si más ajustes están incorporados en los precios, situación que es probable considerando las perspectivas negativas establecidas por Moodys y ahora por S&P.