La economía de Estados Unidos se frenó en el tercer trimestre, como se reportó inicialmente, pero el ritmo bastaría para mantener el crecimiento encaminado a la meta del gobierno de un 3 por ciento este año, pese a que el impulso se habría moderado a comienzos del cuarto trimestre.
El Producto Interno Bruto se expandió a una tasa anualizada de 3,5 por ciento, dijo el miércoles el Departamento de Comercio en su segunda estimación del crecimiento del PIB del tercer trimestre.
La lectura se mantuvo sin cambios respecto de la estimación de octubre y superó ampliamente el potencial de crecimiento de la economía, que los analistas estiman en cerca de 2 por ciento. La economía estadounidense había crecido un 4,2 por ciento en el segundo trimestre.
Si bien las empresas acumularon inventarios más velozmente y gastaron más en equipamiento en el tercer trimestre que lo estimado inicialmente, eso fue contrarrestado por revisiones a la baja del gasto del consumidor y las exportaciones.
El crecimiento está siendo impulsado por el paquete de recortes de impuestos de la Casa Blanca de 1,5 billones de dólares, que reactivó el gasto del consumidor y apoyó la inversión de las empresas.
El estímulo fiscal es parte de un conjunto de medidas que adoptó el gobierno del presidente Donald Trump para impulsar el crecimiento anual a un 3 por ciento sobre una base sostenible.
Por el lado de la renta, el crecimiento fue impulsado por las ganancias corporativas después de impuestos que aumentaron a una tasa de 3,3 por ciento en el último trimestre tras subir a un ritmo de 2,1 por ciento en el segundo trimestre.
Sin embargo, las nubes aparecen en el horizonte para la expansión económica, que ahora está en su noveno año y es la segunda más larga en los registros. El déficit comercial de bienes aumentó en octubre, presionado por el declive de los envíos de soja, bienes de capital y automóviles, dijo el Departamento de Comercio en otro reporte el miércoles.
Además, las ventas de casas nuevas unifamiliares cayeron en octubre a un mínimo de más de dos años y medio ante fuertes declives en las cuatro regiones del país, lo que aporta nuevas evidencias de que tasas hipotecarias más altas están afectando al mercado inmobiliario.
Datos publicados la semana pasada mostraron que el gasto de las empresas en equipamiento se debilitó en octubre y que podría seguir flojo ante el desplome del barril Brent desde sus máximos de octubre. Precios más bajos por el crudo tienden a afectar la inversión en el sector de la energía.
General Motors (NYSE:GM) indicó el lunes que eliminaría miles de puestos en su mano de obra en Norteamérica y los modelos de menores ventas, lo que podría generar una reacción en cadena en la economía estadounidense.
Estimaciones de crecimiento para el cuarto trimestre se ubican en un ritmo en alrededor de 2,5 por ciento. Los economistas esperan que la expansión del PIB se desacelere aún más en 2019 a medida que se pierde el estímulo fiscal y afectan la amarga guerra comercial y una fortaleza del dólar.