El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se ha hecho esperar mucho en Twitter después de que Arabia Saudí, el principal exportador de petróleo del mundo, anunciara el fin de semana que planea reducir el suministro de petróleo en medio millón de barriles de petróleo a partir de diciembre.
Antes de comenzar la primera jornada de negociación de la semana, tras conocerse el anuncio, Trump escribía:
"Esperemos que Arabia Saudí y la OPEP no reduzcan la producción de petróleo. ¡Los precios del petróleo deberían ser mucho más bajos teniendo en cuenta la oferta!"
Y el mercado cerró a la baja por 11ª jornada consecutiva el lunes, revirtiendo las ganancias registradas anteriormente en las jornadas en Asia y Europa. Algunos de los analistas de más renombre no pudieron ocultar su sorpresa el lunes al ver quién se había convertido en nuevo amigo de los bajistas del petróleo: Donald Trump.
Energy Aspects, con sede en Londres, conocida por su incisiva visión del mercado petrolero, dedicó una nota de cinco páginas a cómo el presidente y su Administración engañaron a Arabia Saudí y a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que pensaran que el mundo iba a sufrir uno de sus peores ajustes de suministro debido a las sanciones contra Irán.
Bajar los precios del petróleo importaba más que “castigar” a Irán
La estratagema fue clave a la hora de motivar a otros de los principales productores de la OPEP, incluido Arabia Saudí, para impulsar la producción en los últimos meses jugando el factor miedo de Irán, cuando lo que Trump quería eran provocar un aumento del suministro para poder mantener bajos los precios de los surtidores de gasolina de Estados Unidos ganando además puntos políticos contra Teherán para apaciguar a su base conservadora de votantes antes de las elecciones de mitad de mandato celebradas el 6 de noviembre.
Eso quedó claro cuando un día antes las sanciones de Irán el 5 de noviembre, su Gobierno anunció inesperadamente exenciones para que los ocho principales compradores de petróleo iraní continuaran importando de Teherán seis meses más. No se divulgaron las cuotas de algunas de las exenciones, lo que contribuye al engaño.
"Los alcistas del petróleo están enfadados y desanimados, y nos atrevemos a decir que con razón", ha declarado Energy Aspects, en una nota titulada “confianza rota”.
El grupo de investigación ha añadido:
"Tras comprometerse a llevar las exportaciones iraníes a cero, Donald Trump cedió y emitió exenciones para la importación de petróleo iraní a ocho países. Calculamos que las exenciones ascenderán hasta justo por encima de 1,3 millones de barriles al día de las exportaciones de crudo y condensado de Irán, pero Estados Unidos se niega a confirmar el volumen de las exenciones, así que el mercado se piensa lo peor, y algunos hablan de una exportación de hasta 2 millones de barriles al día".
Trump engaña a la OPEP
Phil Flynn del Price Futures Group de Chicago, otro destacado comentarista del petróleo, afirmaba que la OPEP está "muy enfadada por el engaño del presidente Donald Trump, y porque ahora tenemos a Irán diciendo a los sauditas 'te lo dije'".
Flynn dijo que el cártel tendría que enfrentarse a Trump y "detener la tormenta de los bajistas (o) soportar la pérdida de miles de millones más de los que ya ha perdido con esta venta
El petróleo del West Texas Intermediate de Estados Unidos ya ha perdido casi un 25% de su valor en las últimas seis semanas mientras que el petróleo Brent del Reino Unido, referente mundial de petróleo, ha descendido más del 20% ante las preocupaciones en torno a la superabundancia tras las maniobras de Trump con Irán.
Antes de que Trump anunciara en mayo que impondría sanciones para llevar a cero las ventas de Irán, las exportaciones de Teherán habían alcanzado los 2,5 millones de barriles al día en abril. Después, cuando los precios del petróleo comenzaban a recuperarse, el presidente pidió a la OPEP y a su principal aliado, Rusia, que empezaran a bombear más petróleo. Temerosos de volver a presenciar una superabundancia de petróleo como la de 2014-2017, que acababan de resolver reduciendo el suministro, los productores al principio se resistieron a sus propuestas. Pero Trump se negó a dar marcha atrás, acusando a la OPEP de "saquear al resto del mundo" con los altos precios del petróleo.
La producción de petróleo de esquisto de EE.UU. es el auténtico escándalo
Energy Aspects estima que, si bien las exportaciones de la OPEP habían aliviado un poco la presión de Trump en los últimos meses, lo que realmente desvió el rumbo del mercado fue el inesperado aumento en la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos que alcanzó máximos históricos en 11,6 millones de barriles al día.
Bank of America Merrill Lynch dijo en una nota el lunes:
"La próxima guerra de precios de la OPEP podría terminar resultando ser mucho más costosa para el cártel, igual que Estados Unidos ha seguido escapándose de las oscilaciones de los precios del petróleo a escala mundial. En apenas 10 años, Estados Unidos ha pasado de ser un gran importador a convertirse en el mayor exportador de productos derivados del petróleo del mundo. Se estima que las exportaciones de productos petroleros de Estados Unidos el trimestre pasado fue de unos 5,1 millones de barriles al día de media, sobre todo entre gasolina, diésel y fueloil”.
Washington, mientras tanto, sigue afirmando que su objetivo final es reducir las exportaciones de petróleo iraní a cero, pero Energy Aspects dice:
"El hecho de que la Administración esté regalando exenciones como caramelos de Halloween le pone muy difícil al mercado, y a nosotros, que les vuelvan a creer”.
Pronóstico “casi imposible” con Trump
En vista de la percepción de que Estados Unidos ya no pretende infligir el máximo dolor a Irán, los refinadores son reacios a hacer acopio de petróleo, pues creen que los compradores de petróleo iraní podrían hacer trampas y continuar con la compra tras el fin de las exenciones de 180 días o incluso incumplir las actuales cuotas de importación.
Aunque los saudíes planean una reducción de 500.000 barriles al día el mes que viene y la OPEP y Rusia podrían programar una reducción igual o mayor en su reunión del próximo 6 de diciembre, la zarandeada confianza del mercado no se puede restaurar durante la noche, decía Energy Aspects, y añadía:
"Esto llevará por los menos un mes. Por lo tanto, hemos reducido nuestras previsiones de precio del Brent para el 4T de 2018 en 8 dólares hasta 79 dólares por barril y, teniendo en cuenta que la Administración Trump ha mostrado su clara preferencia por un descenso de los precios del petróleo, también hemos reducido nuestras previsiones para 2019 en 7 dólares hasta 85 dólares”.
La agencia de investigación ha dicho que le sigue preocupando el panorama macroeconómico de 2019 y, como los márgenes petroquímicos están descendiendo bruscamente al salir del mercado los usuarios finales de Asia, por miedo una escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, seguramente haya riesgo de una rebaja de sus previsiones. Y añade:
"Siempre es difícil aventurarse a hacer predicciones, pero ahora Trump ha hecho casi imposible hacerlas con ninguna confianza".