Explotó la inflación en Estados Unidos. La medición de abril confirmó los temores de Wall Street y mostró una disparada de los precios. Los inversores buscan cómo refugiarse. El oro genera dudas y muchos piensan que Bitcoin puede ser un refugio de valor. En esta nota, te cuento todo.
El miércoles de la semana pasada se conoció el dato de inflación. El índice de precios al consumidor (conocido como “CPI” por sus siglas en inglés) tuvo una suba de 0.8% en abril, frente al 0.2% que esperaba el mercado.
Si anualizamos la inflación de los últimos tres meses en EEUU nos da un 7%. Y se viene acelerando.
Acá abajo podemos ver la evolución del CPI mensual (Índice de Precios al Consumidor) durante este año:
Luego de una fuerte inyección de dinero por parte de la Reserva Federal, era esperable empezar a ver los efectos en la inflación luego de doce meses.
Precisamente, lo que estamos viendo ahora, es el coletazo de la política monetaria que se puso en vigor en marzo del año pasado.
Pero esto no es todo.
Hace tiempo hablé de un truco que usa el gobierno de EEUU para su cálculo de inflación: Un mecanismo que se llama “ajuste hedónico de calidad” y que hace posible reportar números mucho menores a los verdaderos.
Los precios pueden aumentar principalmente por dos razones: por la pérdida del poder adquisitivo del dinero o por mejoras en la calidad de los bienes y servicios.
En palabras simples: lo que hace el gobierno es eliminar del cálculo del CPI los aumentos de precios por mejoras en la calidad.
Les voy a dar un ejemplo concreto. El aumento de precios de los automóviles por la incorporación del aire acondicionado es un caso de “ajuste hedónico de calidad” y, en consecuencia, no es considerado en el cálculo de la inflación.
Pero imagínense ustedes queriendo comprar un auto nuevo hoy sin aire acondicionado. Tarea imposible. Todos los modelos ahora vienen con esa mejora. El consumidor tiene que comprar los bienes con esas mejoras incorporadas.
En definitiva, esto subestima muchísimo la inflación verdadera. El índice de precios refleja sólo una porción del aumento. Y así y todo, los números son muy preocupantes.
Todo indica que esto es sólo el comienzo y que la inflación en EEUU va a continuar acelerándose.
Ante esta situación, lógicamente, los inversores quieren huir en busca de un refugio de valor. La opción natural es el oro. Sin embargo, muchas personas tienen dudas porque piensan que si suben las tasas de interés (algo esperable con la suba de la inflación) esto será negativo para los metales preciosos.
Respecto a esto, lo que en realidad importa es lo que suceda con la tasa de interés real, no la nominal.
Lo que debemos mirar y seguir de cerca es lo que pase con la inflación y la tasa implícita de 10 años.
Si la inflación sube más rápido que las tasas de interés, eso es favorable para los metales.
Por otra parte, me gustaría agregar un comentario sobre las criptomonedas, y su posible función de refugio de valor.
Las criptos son un fenómeno revolucionario que tiene detrás muchas innovaciones disruptivas. Esto ha propiciado un relato que ha generado una manía especulativa.
Las manías siempre terminan de una manera violenta. Habrá que ver si la decisión de Elon Musk de dejar de aceptar Bitcoin como medio de pago para comprar sus automóviles puede marcar un punto de quiebre.
Hoy por hoy, la tendencia de Bitcoin parece estar en riesgo. Su precio cayó por debajo de la media móvil de 50 días y se encuentra cotizando en los niveles de febrero. La de Ethereum por ahora se mantiene y parece más sólida.
Sin embargo, el que crea que comprando Bitcoin compra defensa de la inflación puede estar cometiendo un grave error. Es un activo extremadamente explosivo y su suerte estará marcada más por la continuación o no de la manía que por la suba de los precios en EEUU.