Cifras del BLS anunciaron hoy que la inflación al consumidor creció 0.2%m/m en septiembre. El resultado estuvo en línea con lo esperado por el consenso, donde la mitad del alza fue a causa de un incremento de 0.8%m/m en el costo de los energéticos, impulsado por un avance de 0.8%m/m en el precio de la gasolina. En tanto, el precio de los alimentos mostró una variación nula en septiembre, derivada de una contracción de 0.9% en el precio de vegetales y frutas. Así la inflación anual mostró una variación de 1.2% en septiembre, menor al 1.5% de agosto. Sin embargo, es importante mencionar que el descenso en la inflación se debió en gran medida a un efecto en la base de comparación, por lo que no pensamos que deba preocupar al Fed.
Por su parte, la inflación subyacente—aquella que elimina energéticos y alimentos-, subió 0.1% m/m en septiembre. Gran parte del repunte fue motivado por incrementos en los costos de hospedaje, cuidados a la salud, autos nuevos y tarifas aéreas, mientras que fue restringido por la contracción en el precio de vestimenta y recreación. Así la inflación anual subyacente se ubicó en 1.7% menor al 1.8% previo. De tal manera que, la inflación se mantiene contenida