Los mercados internacionales han estado inmersos en una tormenta desde que China decidió devaluar su moneda, con lo que provocó ajustes importantes en los precios de muchos de los activos financieros y generó fuertes movimientos en moneda, obligando al Fondo Monetario Internacional a reducir su pronóstico de crecimiento global para este año del 3,3% al 3,1%.
Por lo anterior, es importante preguntarse sobre los efectos de esta coyuntura sobre nuestro país, los cuáles analizamos a continuación:
Inflación:
El ajuste que está experimentando China y otras economías emergentes mantendrán estables los precios de las materias primas, una de las fuerzas que más ha incidido sobre la inflación en los últimos meses.
En virtud de ello, el indicador no debería de experimentar fuertes presiones al alza, por lo que cerrará en números negativos este año y comenzará a subir lentamente el próximo, alcanzando el rango meta del Banco Central de Costa Rica muy avanzado el 2016.
Tipo de cambio:
La estabilidad en los precios de las materias primas mantendrá contenidas las necesidades de dólares, sobre todo para el pago de la factura petrolera, y la estabilidad en la inflación reducirá el incentivo por dolarizar carteras, reduciendo la demanda interna de divisas. De esa forma, en lo que resta del año el tipo de cambio mostrará un comportamiento muy similar al experimentado desde enero.
Crecimiento económico:
Hasta el momento, China no es un mercado importante para Costa Rica; al cierre de 2014 menos del 4% de lo exportado estaba dirigido a ese país, por lo que no experimentaremos un impacto directo.
De igual manera, Estados Unidos y Centroamérica, nuestros principales socios comerciales, no son áreas en medio de la tormenta y, aunque el crecimiento en el primero se ha estado moderando ligeramente, no se espera un deterioro que afecte las exportaciones costarricenses, las cuales ya han estado decaídas por el efecto provocado por la salida de la planta de manufactura de Intel (O:INTC), así como el fenómeno de El Niño.
Asimismo, la baja inflación, la mejora en los términos de intercambio y la estabilidad del dólar seguirán propiciando el consumo interno, lo cual es de gran importancia debido a que es la demanda interna la que ha mantenido el crecimiento en los últimos meses.
Dicho esto, las fuerzas que sostendrán al colón estable, o incluso apreciándose, son quizá el único efecto negativo para Costa Rica, debido a que varias de las monedas de nuestros principales competidores se han devaluado de forma importante (Colombia, Brasil, Malasia), lo que afectará la competitividad de nuestras exportaciones. No obstante, en el corto plazo es probable que los efectos positivos tengan más peso, sobre todo porque el sector externo se ha mantenido presionado en lo que llevamos del año.