El mercado de las criptomonedas ha registrado una importante recuperación durante las últimas semanas. En el caso del Bitcoin (BTC), luego de su fuerte colapso a mediados de marzo, la moneda digital más influyente de todas se revalorizó más de un 120% en menos de 50 días.
Como suele ocurrir con este tipo de activos, el resto de las criptodivisas, también conocidas como las “altcoins”, siguieron el impulso alcista del BTC y han conseguido rendimientos superiores al 100% en las últimas semanas.
Según varios analistas e inversores, esta apreciación del BTC está relacionada a un acontecimiento que ocurre cada cuatro años conocido como “halving”. Se trata de un proceso automatizado que reduce a la mitad la emisión de los bitcoins que recibirán como recompensa los mineros de esta criptomoneda, y que está programado para la segunda semana de mayo.
De esta manera, lo que ocurre es que cada cuatro años la cantidad de BTC liberados al mercado se reduce en un 50%, lo que convierte al Bitcoin en una moneda deflacionaria. A su vez, según lo establecido en el software de este activo digital, solo podrán existir 21 millones de bitcoins, por lo que también es considerado un activo escaso.
En el anterior “halving”, que ocurrió el 9 de julio de 2016, el BTC operaba en los USD 660. Apenas 18 meses después, la criptomoneda se disparó hasta los 20 mil dólares, un precio que hasta el día de hoy sigue siendo el máximo histórico de la moneda virtual.
Sin embargo, también existen muchos críticos que cuestionan el comportamiento del BTC y consideran que es mejor mantenerse lejos de este activo por lo menos hasta que termine la crisis económica mundial. Entre ellos los reconocidos economistas, Peter Schiff y Nouriel Roubini, quienes critican el argumento de que el BTC es un “activo refugio” y que servirá para contrarrestar los efectos de la devaluación del dinero fiduciario.
Su principal crítica es a la narrativa de que el BTC conservará su valor durante una crisis. Según estos analistas y otros más, el BTC tiene una correlación muy fuerte con los principales índices de Wall Street. De hecho, lo que argumentan es que el impresionante rally alcista que ha tenido la divisa digital desde que se creó en el 2009 ha coincidido con el período más largo en la historia sin recesiones en la bolsa de Nueva York. Por lo tanto, consideran que cuando la crisis económica haga colapsar a los mercados financieros internacionales, el BTC también se desplomará.
Un punto a favor de la postura de los críticos de este activo es el desempeño del BTC durante febrero y marzo. Mientras el principal índice bursátil de Nueva York, el S&P 500 se ubicaba en máximos históricos a mediados de febrero, el valor de un Bitcoin era de unos USD 10500.
Un mes después, luego del crash financiero provocado por el coronavirus, todos los índices de Wall Street se desplomaron un 35% y el BTC se hundió hasta un 60% en su peor momento de marzo.
Curiosamente, ahora que la bolsa norteamericana registra un rebote superior al 30% desde los mínimos de aquel crash, el BTC también se ha recuperado y ha superado la cifra de los USD 9000.