El bitcoin (BTC) se apreció más de un 37% en lo que va del año y se comercializa cerca de los 9.800 dólares.
Las otras criptomonedas del mercado, las denominadas “altcoins”, también se dispararon y en algunos casos han logrado un rendimiento superior.
Según analistas e inversores, el sentimiento alcista que existe sobre el bitcoin está relacionado a su “halving”, un proceso automatizado que reduce a la mitad la emisión de los bitcoins que recibirán como recompensa los mineros, y que está programado para mayo.
Este acontecimiento se produce exactamente cada cuatro años y nadie puede controlarlo.
De esta manera, el bitcoin se comprende como una moneda deflacionaria, ya que cada cuatro años la cantidad de BTC liberados al mercado se reduce en un 50%.
Según lo establecido en el software de BTC, solo podrán existir 21 millones de bitcoins, por lo que también es considerado un activo escaso.
Es por esto que la mayoría de los inversores son optimistas en cuanto al futuro cercano del bitcoin y del resto de las criptomonedas.
Pero también tiene sus detractores. En octubre del año pasado, el estudio de abogados Roche (SIX:ROG) Freedman con sede en Nueva York, presentó una demanda colectiva contra el exchange de criptomonedas Bitfinex y contra la empresa Tether. Ambas entidades fueron acusadas de manipular el mercado utilizando una serie de sofisticados esquemas que presuntamente hacían subir el valor del bitcoin artificialmente, y también fueron imputados por la aplicación de otras tácticas que estarían relacionadas con lavado de dinero.
Aunque el juicio aún no ha tenido un dictamen y no se ha comprobado que sea manipulable, sí es cierto que el bitcoin ha mostrado alta volatilidad en los últimos años.
A comienzos de 2018, el valor de un bitcoin superaba los 17.000 dólares; apenas un año después, en enero de 2019, había perdido más de un 80% de su valor y se comercializaba levemente por encima de los 3.500 dólares.
Ahora está muy cerca de volver a las cinco cifras por primera vez desde octubre.