Este fin de semana tendrá lugar “El Buen Fin”. Este es un programa implementado por el Gobierno Federal, con la colaboración del sector privado, que pretende simular el Black Friday de EE.UU., en el que durante el fin de semana posterior al día de Acción de Gracias los establecimientos comerciales ofrecen una serie de descuentos y promociones extraordinarias con el fin de incentivar el consumo. Similarmente, en México, varias tiendas y establecimientos hacen promociones especiales mientras que, tanto las empresas del sector público así como algunas empresas del sector privado, apoyan a los trabajadores a través del adelanto de parte de sus aguinaldos.
Las promociones de “El Buen Fin” tienen un impacto positivo sobre el ingreso real de los consumidores. En nuestra opinión, el impacto más inmediato sobre los consumidores se concentra en el aumento del ingreso real que viene de dos vertientes: (1) Menores precios de mercancías; y (2) un mayor flujo de crédito al consumo. El Buen Fin trae consigo menores precios que generan un incremento en el consumo de bienes, ante el aumento en el ingreso real de los consumidores. De hecho, los descuentos derivados de “El Buen Fin” provocan una disminución quincenal de algunos componentes del índice de precios, en una temporada en la que los consumidores están más interesados en que caigan. Como se puede apreciar en la gráfica de abajo, en 2011 se observó una deflación quincenal de 0.02% en el componente de mercancías no alimenticias durante la segunda quincena de noviembre, mientras que en 2012, la deflación fue de 0.04%. En este sentido, destacamos que se ha observado una variación quincenal negativa en tres de los últimos 9 años, de manera consecutiva. La deflación observada en el mismo periodo del 2010 fue mayor a pesar de que El Buen Fin no se había implementado, probablemente por la apreciación del tipo de cambio durante la segundo semestre del 2010.