El cobre finalizó por tercera semana consecutiva con pérdidas, colocándose en 4,632.5 toneladas métricas, mostrando un retroceso de 0.86%, derivado a un aparente aumento en el desequilibrio de los fundamentales de oferta y demanda de cobre del mundo.
De acuerdo con el Grupo Internacional de Estudio del Cobre (ICSG por sus siglas en ingles), existe un aparente excedente de producción de 133,000 toneladas métricas, debido a una menor demanda de cobre refinado en China. De acuerdo con el ICSG la demanda de cobre de China representa el 45% del total de la demanda del mundo. Asimismo, se estima que el uso aparente de cobre refinado alrededor del mundo incrementó alrededor del 4%, mientras que se estima que la producción minara ha incrementado en 5% en los primeros 7 meses del año. Por su parte, la producción de cobre refinado incrementó en alrededor del 2.8%.
Es importante mencionar que la publicación del crecimiento económico de China no logró impulsar el precio del cobre, ya que los participantes del mercado se mantienen escépticos al indicador. Durante el tercer trimestre del año, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el PIB creció 6.7%. Por su parte, la publicación de indicadores del sector inmobiliario negativos para Estados Unidos, segundo mayor consumidor de cobre del mundo, elevó las preocupaciones de los participantes del mercado sobre la demanda del metal.
Se espera que durante la siguiente semana el cobre cotice en un canal entre los 4,610 y 4,680 dólares por tonelada métrica.
Por su parte, el aluminio finalizó la semana con un retroceso de 2.99%, cotizando en 1,612 dólares por tonelada métrica ante un incremento en la producción del metal. De acuerdo con el Instituto Internacional de Aluminio, la producción del metal chino alcanzó las 2.713 millones de toneladas en agosto, su mayor nivel desde septiembre del 2015.
El acero cerró la semana cotizando en 490 dólares por tonelada métrica.