El Ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, confirmó que la Argentina rechazó la contrapropuesta de los acreedores privados y se mantuvo firme en la postura de que el país no se encuentra en condiciones de presentar una mejor oferta.
“Vemos en ese grupo de acreedores una falta de entendimiento sobre las restricciones que enfrenta Argentina”, comentó el jefe de la cartera económica a través de un comunicado, haciendo referencia al grupo de fondos de inversión, Ad Hoc, compuesto por los bonistas con mayor relevancia para las negociaciones de la deuda.
A pesar de haber rechazado la oferta de los tenedores de bonos, Guzmán aseguró que la nación sigue dispuesta a dialogar para dejar a un lado las diferencias entre ambas partes. “No vamos a confrontar con nuestros acreedores. No vinimos a pelearnos con nadie sino a resolver un problema enorme en el que se dejó a Argentina. Queremos resolver la situación. Fue con esa vocación que hicimos una oferta definitiva que incluyó nuestro máximo esfuerzo”, expresó.
Durante fines de junio, el gobierno argentino presentó su última mejora en la propuesta para los acreedores, ofreciendo un valor presente neto de US$ 53,50 por cada plancha de 100 dólares. “Cualquier cosa más pondría nuestra capacidad de pagar las deudas en riesgo, y no queremos estafar a nadie”, advirtió el presidente de la Nación, Alberto Fernández, dando a entender que el país escuchó los reclamos de los bonistas, quienes acusaban falta de interés por parte de las autoridades para llegar a un acuerdo.
En lugar de aceptar la última mejora, el Grupo Ad Hoc realizó una contraoferta pidiendo un valor presente neto de US$56,50 por cada 100 dólares, argumentando que “una renegociación consensuada es la mejor ruta posible hacia un retorno de Argentina a los mercados internacionales de capital y un futuro económico sostenible para el país y su gente”.
No obstante, las autoridades del país sudamericano reiteraron su postura de no ofrecer nada más. “Aceptar lo que piden algunos acreedores significaría someter a la sociedad argentina a más angustia, implicaría por ejemplo ajustar jubilaciones, y no lo vamos a hacer. Seguimos esperando que prime la buena fe por parte de los acreedores”, argumentó Guzmán.
En una entrevista que brindó para el canal de televisión TN, el ministro explicó que a pesar de la negativa por parte del grupo Ad Hoc, existen otros acreedores que ya han aceptado la última oferta que hizo el gobierno. “Hay una cantidad de acreedores que sí aceptan la oferta. No queremos comprometernos con pagos que le impidan al país poner en marcha las políticas públicas que necesita”, mencionó.
La fecha límite establecida por la Argentina para que los acreedores acepten la propuesta es el 4 de agosto. No obstante, el gobierno puede estirar nuevamente el plazo de las negociaciones si lo considera necesario.