No es una novedad que tanto el sector energético como el financiero hayan sido dos claros beneficiarios de la implementación de las políticas del gobierno actual. Es que la Revisión Tarifaria Integral (para la energía) y la suba de tasas de referencia (para el sector bancario) han sido los principales "drivers" para que las empresas hayan podido normalizar sus márgenes de ganancia, luego de un largo período de baja rentabilidad.
En el caso de Transportadora de Gas del Sur (TGSU2), la empresa con mayor "market share" en el transporte de gas en Argentina, es fácil advertir como el rendimiento del papel supero en casi dos veces al rendimiento del Merval desde Diciembre 2016 a la fecha. (Mientras que el índice se revalorizo un 84%, TGSU2 lo hizo en un 234%)
Sin embargo, en el gráfico de precios diario podemos observar como la acción ha salido del canal alcista en el que se encontraba, ingresando en un período de lateralización con soporte en la zona de $78-$80 (coincidiendo con la media móvil de 200 ruedas) y encontrando resistencia en $88, sin considerar el "pico" de $94 de finales del mes de Enero, cuando el Merval tocaba máximos históricos. En consecuencia, consideramos oportuno preguntarnos si creemos que el papel podrá retomar el sendero alcista en el largo plazo; o bien será momento de mirar hacia otro lado. Y en caso afirmativo, ¿cuáles serán los "drivers" que podrían originar ese crecimiento?
En este sentido, entendemos que el crecimiento vendría dado más por factores propios de cada empresa (eficiencia, aumento de capacidad, nuevos negocios, etc.) que por factores sistémicos o sectoriales, como lo ha sido hasta ahora.
Puntualmente, TGSU2 desarrolla dos segmentos principales: el transporte de gas (negocio regulado) y la venta y producción de líquidos. Siguiendo con el anterior razonamiento, si el incremento tarifario ya fue capturado por los precios de mercado como creemos, entonces, el crecimiento debería darse únicamente como consecuencia de un aumento en la capacidad de transporte, o bien por una mayor rentabilidad del negocio.
Si nos concentramos en el transporte de gas, podemos ver que el margen bruto sobre ventas del segmento ha pasado del 32% en 2016 al 47% en 2017, en parte gracias a la revisión tarifaria ya mencionada. A su vez, conjuntamente con los aumentos tarifarios otorgados, se le ha impuesto a la compañía un plan quinquenal de inversión para la construcción de obras, tal como se detalla a continuación:
En este sentido, vemos como en 2017 la empresa ha invertido más del doble en activos fijos que en 2016, para este segmento. A su vez, a principios del mes de Abril la empresa ha anunciado en paralelo, un proyecto de inversión por U$D 250 Millones que contempla la construcción de un gasoducto para transportar y acondicionar la producción de gas natural de Vaca Muerta, atravesando distintas áreas hidrocarburíferas.
El proyecto, que tiene un plazo de ejecución estimado de 17 meses, aumentará en 37MMm3/día la capacidad de transporte, ampliable a 56MMm3/día. Esto quiere decir que, si suponemos que el 78% de esa capacidad incremental, será contratada en firme (asumiendo una distribución de ingresos del segmento de transporte similar a la de 2017), veríamos un aumento de 36% en esa capacidad para mediados de 2019 respecto del 2017. Esto, sumado a los incrementos de tarifa que pudieran otorgarse en el futuro (a partir de Abril se aplicará un nuevo incremento del 42%), haría de este segmento un negocio más que interesante en términos de "Precio x Cantidad".
Mientras tanto, en términos macroeconómicos, esta mayor capacidad de transporte acompañaría un proceso de mayor producción de gas en el futuro, si vemos que la cantidad de pozos perforados de gas pasó de 208 en 2016 a 275 en 2017, según datos del instituto argentino del petróleo y el gas. Este incremento en la producción, además, se vería respaldado por una mayor demanda de energía, si es que Argentina crece a nivel productivo como se prevee, y el petróleo se mantiene por encima de los niveles actuales, que ya superan máximos de tres años (WTI $66/bbl).