Este artículo se publicó en inglés el día 13 de junio de 2018
El escepticismo ha sido probablemente la respuesta más común a la decisión del presidente Trump del mes pasado de restablecer las sanciones de Estados Unidos sobre la industria del petróleo iraní. Aunque el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Irán se enfrentaría a algunas de las "sanciones más fuertes de la historia", los críticos se preguntan si alguna empresa europea acataría las normas estadounidenses.
El asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, ha advertido de que podría haber sanciones secundarias contra las empresas que no se tomen en serio las sanciones de Estados Unidos, pero eso podría ser una amenaza que la Administración Trump podría no tener que cumplir nunca. Ahora, un mes más tarde, parece que los grandes actores de la industria petrolera no sólo han tomado nota de las sanciones, sino que muchas empresas de la industria petrolera se están preparando para detener o disminuir considerablemente sus compras de petróleo iraní.
Echemos un vistazo a algunos de los movimientos importantes y lo que implican para los mercados petroleros.
La petrolera francesa Total (PA:TOTF) ha anunciado que cancelará su acuerdo para el desarrollo del yacimiento de gas natural South Pars 11 con la empresa China CNPC y Petropars, una filial de la compañía nacional de petróleo iraní (NIOC).
Lukoil (MCX:LKOH), la segunda mayor petrolera de Rusia, ha decidido cancelar sus planes de adquirir una participación en un yacimiento petrolero de Irán. Aunque aún no se habían firmado contratos, Lukoil había mostrado un gran interés en el desarrollo de nuevos activos de petróleo en Irán.
Reliance Industries Ltd (NS:RELI), que posee el mayor complejo refinador del mundo en la India, ha anunciado que ya no va a importar más petróleo iraní. La India es el segundo mayor importador de petróleo de Irán, después de China.
Nayara Energy, otro refinador de petróleo de la India, anunció que ha comenzado a reducir sus compras de petróleo iraní. Nayara (anteriormente conocida como Essar Oil) ha sido recientemente adquirida por la petrolera rusa Rosneft (MCX:ROSN). Nayara era uno de los mayores compradores de petróleo iraní en la India.
Las refinerías europeas, incluidas las italianas ENI (MI:ENI) y Saras (MI:SRS), las españolas Repsol (MC:REP) y Cepsa y la griega Hellenic Petroleum (AT:HEPr) han declarado que pretenden dejar de comprar petróleo crudo iraní mientras estén en vigor las sanciones.
Daelin, un contratista coreano, acaba de cancelar su contrato de 2.000 millones de USD para restaurar y actualizar una refinería iraní de Esfahan.
Ahora, sin embargo, las compras de petróleo iraní están aumentando. Está claro que esta oleada actual se debe a la inminente reimposición de las sanciones. Irán está ofreciendo la compra de petróleo a precios más bajos y los refinadores se apresuran a comprar todo lo que puedan antes de que las sanciones entren en vigor. La fecha límite establecida por Estados Unidos antes de reimponer las sanciones sobre las compras internacionales de petróleo iraní es el 4 de noviembre de 2018.
En cuanto al desarrollo, la retirada de las grandes empresas petroleras extranjeras de Irán deja más margen a las empresas más pequeñas dispuestas a asumir el riesgo de entrar al mercado. La petrolera estatal rusa Zarubezhneft ha firmado un acuerdo con Dana Energy, una compañía iraní, para desarrollar dos pequeños yacimientos al oeste de Irán. El acuerdo es de sólo 742 millones de USD, en comparación con el acuerdo de South Pars 11, que fue de sólo 4.800 millones de USD. Las empresas internacionales más pequeñas, que seguirán con sus proyectos en Irán porque tienen poca o ninguna exposición a la imposición de Estados Unidos, puede compensar la pérdida de algunas operaciones internacionales pero no de casi todos.
China, el mayor comprador de petróleo iraní, está trabajando para mejorar su relación con Irán. No planea detener las compras de petróleo iraní, pero las sanciones podrían interferir incluso en esta relación. A pesar de que Irán podría aceptar algún pago en yuanes (como Venezuela ha prometido hacer), no está todavía claro cómo pagará China a Irán sin arriesgarse a que los bancos chinos no se ven envueltos en las sanciones de Estados Unidos.
Por otra parte, Irán necesita riales (o alguna divisa que pueda cambiarse por riales) para seguir pagando a sus funcionarios pues experimenta actualmente una elevadísima inflación. Además, a pesar de que las empresas chinas se están posicionando para aumentar su presencia en la economía iraní, es poco probable que China sea capaz de absorber todo el petróleo iraní abandonado a su suerte por otros clientes de Irán. China sigue teniendo contratos a largo plazo con la petrolera saudí Aramco y recibe una gran cantidad de petróleo a través de un oleoducto directo de Rusia.