El oro se apreció un 1,45% y alcanzó los 1817 dólares por onza en la jornada del miércoles. El metal dorado está siendo una de las inversiones más sólidas del año y se encamina a superar los máximos históricos establecidos en 2011.
Desde enero, el activo conocido por varios inversores como un “valor refugio” aumentó más de un 20% en lo que va del 2020 y actualmente se ubica a solo un 5,72% de su nivel más alto en la historia, cuando alcanzó los 1921 dólares hace nueve años.
La incertidumbre existente en los mercados financieros internacionales ha beneficiado al oro en los últimos meses. A su vez, el plan de estímulo monetario implementado por la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos con el objetivo de mitigar las consecuencias de la recesión impactó de manera positiva en el precio del oro, que suele ser una buena alternativa para protegerse de la inflación.
En abril, debido a las medidas de confinamiento implementadas para contener la propagación de la pandemia de coronavirus, el desempleo se disparó en los Estados Unidos y la FED decidió inyectar cerca de 7 billones de dólares en la economía mediante diferentes instrumentos.
En los últimos meses, la reacción de la FED logró su objetivo y la economía estadounidense mostró buenas señales de recuperación.
No obstante, una segunda ola del COVID-19 está amenazando nuevamente al país norteamericano, por lo que la administración de Donald Trump podría llegar a recurrir a una cuarentena estricta si los contagios del virus vuelven a salirse de control.
Si un segundo “lockdown” ocurre en los Estados Unidos, el desempleo crecerá nuevamente y es probable que la FED vuelva a emitir dinero. “Aunque la respuesta a la crisis económica fue a la vez oportuna y adecuadamente grande, puede que no haya sido el capítulo final”, advirtió el titular de la entidad que regula el sistema monetario estadounidense, Jerome Powell.
Antes de la recesión causada por el coronavirus, el Banco Central de Estados Unidos había recurrido a un plan de estímulo monetario en octubre de 2008, en plena crisis financiera global causada por las hipotecas sub-prime. El gran beneficiado de aquella fuerte emisión de la FED fue el oro, que en el período entre fines de 2008 y agosto de 2011, se revalorizó más de un 160% y alcanzó su valor más alto hasta la fecha.
Según los analistas de la empresa financiera norteamericana, Bank of América el metal podría reaccionar de la misma manera ante la última emisión de la FED y estiman que puede alcanzar el nivel de los 3000 dólares por onza en un lapso de 18 meses.
“A medida que la producción económica se contrae bruscamente, los desembolsos fiscales aumentan y los balances de los bancos centrales se duplican, las monedas fiduciarias podrían sufrir presión”, argumentaron los analistas del banco.