- Esperamos un rango entre $20.20 y $20.45 para la sesión overnight.
- El tipo de cambio rompe el soporte dado por la media móvil de 200 días, en $20.42.
- La atención se dirige al reporte del PIB preliminar de México del 2T-22 de mañana.
Aumenta el apetito por instrumentos de riesgo
El peso mexicano mantiene su racha ganadora por quinto día consecutivo, periodo en el que tocó un máximo de $20.73 y un mínimo de $20.29 en el mercado interbancario. Al cierre de hoy, registra una apreciación de 0.5% o 10.1 centavos respecto al cierre de ayer. Dentro de las divisas de países emergentes, se posiciona como la sexta con mayores ganancias.
En los últimos días, el comportamiento del tipo de cambio ha estado determinado por la información publicada en EE.UU. En primer lugar, como era ampliamente esperado, la Reserva Federal elevó el rango objetivo para la tasa de los fondos federales en 75 pb, a uno entre 2.25% y 2.50%. Esta es la cuarta subida de tasas consecutiva, y lleva los costos de endeudamiento ligeramente por encima de la neutralidad y al nivel más alto desde junio de 2019. Con ello, a partir de este punto, se estará instrumentando una política monetaria restrictiva que frenará la demanda. Sobre el forward guidance, la Fed dio poca orientación explícita sobre qué pasos tomará hacia adelante, señalando que el FOMC evaluará en cada reunión su decisión. En la conferencia de prensa, Jerome Powell, presidente del banco central, anunció que las próximas decisiones dependerán, en gran medida, de si los datos muestran que la inflación comienza a desacelerarse, pero no descartó que se implemente ‘otro gran aumento’ en septiembre, que implicaría el tercer incremento de 75 pb, lo que llevaría la tasa a un rango entre 3.00% y 3.25%. Y mencionó que, en algún momento disminuirá el ritmo de las alzas hacia adelante.
En segundo lugar, el U.S. Bureau of Economic Analysis dio a conocer que el PIB estadounidense del 2T-22 se contrajo 0.9% a tasa trimestral anualizada, luego de una caída de 1.6% en el primer trimestre. El dato se ubicó muy por debajo de las proyecciones del mercado y se explicó por una fuerte caída de los inventarios y de la inversión privada. Los primeros disminuyeron principalmente en las tiendas de mercadería general, así como los de concesionarios de vehículos motorizados. Mientras que, la inversión residencial se hundió 13.5%, que implica el mayor retroceso desde el segundo trimestre de 2020, cuando explotó la pandemia. Por el contrario, la balanza comercial tuvo una contribución positiva al PIB por primera vez en dos años, ya que las exportaciones aumentaron 18%.
Desde un enfoque de análisis técnico, el USD/MXN encontró un soporte en los $20.29 entre ayer y hoy –dado por el 61.8% del retroceso de Fibonacci–, formando un doble piso en ese nivel que se convierte en una referencia técnica a vencer en el corto plazo. En la parte alta, la divisa logró perforar la resistencia de $20.44 –dada por el 50.0% del retroceso de Fibonacci–. Durante casi todo el día, operó por debajo de la media móvil de 200 días, que se en encuentra en $20.42, y al cierre confirmó su ruptura, lo que aumenta la probabilidad de una mayor apreciación de la moneda. Por otra parte, aunque se empieza a ver un agotamiento del movimiento bajista, pues el oscilador Estocástico entró a zona de sobre compra, aún no se observa un cambio en la tendencia del tipo de cambio que confirme la reversión.
Los mercados se ajustan ante una Fed menos hawkish
El buen desempeño del peso mexicano se ha dado a la par de una consolidación del dólar estadounidense, medido a través del índice DXY, que a mediados de julio alcanzó un máximo no visto en dos décadas. El índice ha operado con una marcada lateralidad desde la semana pasada, con lo que la zona de soporte entre 106.4 – 106.05 puntos se ha fortalecido. El apetito por la moneda estadounidense se moderó, después de que algunos indicadores han dado señales de desaceleración de la actividad económica, como es el caso del PMI del sector servicios de julio que cayó en zona de contracción, el incremento de las nuevas solicitudes de subsidio por desempleo y la contracción del PIB del 2T-22.
Ante ello, los inversionistas están descontando incrementos más moderados para las próximas reuniones de la Fed, lo que permitió que el oro se recupera parcialmente de las últimas caídas y termina la jornada con un avance de 2.0%. Así, al cierre de hoy, los mercados de futuros vinculados a la tasa de los fondos federales descuentan, con una probabilidad implícita de 76%, que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) elevará la tasa en 50 pb el 21 de septiembre, en 25 pb en octubre y en 25 pb en diciembre. Con este cambio de las expectativas, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 2 años, altamente sensible a la tasa de referencia esperada, alcanzó un mínimo en 2.83% durante el día; mientras que el de 10 años, que marca la pauta para los costos de endeudamiento de las empresas y los hogares en todo el mundo, retrocedió hasta el 2.65%, nivel no visto desde mediados de abril, debido a que los inversionistas incrementaron su demanda de activos de refugio seguro, en medio de temores persistentes sobre una contracción económica. Con ello, volvió a invertirse la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro el día de hoy.
Por su parte, las monedas emergentes terminaron el día mixtas, pues varias se vieron favorecidas por el debilitamiento del dólar y por un repunte de los precios de algunas materias primas, como el cobre y el hierro, tras la noticia de que China brindará préstamos hasta por $1 billón de yuanes al sector inmobiliario. Por su parte, los futuros del crudo WTI terminaron el día con una pérdida marginal, de 0.2%, después de haberse acercado a la marca de $100 dólares por barril, tras el informe de que la demanda de gasolina aumentó 8.5% intersemanal, con una disminución de los inventarios de 3.3 millones de barriles.