El volumen de la demanda diaria mundial de gasolina y otros productos petrolíferos de 2025 a 2045 continúa en aumento.
Esto genera múltiples problemas, entre otras cosas han aumentado las protestas de los ciudadanos por los altos precios del combustible. Ahora muchos culpan de todo esto al presidente Putin por invadir Ucrania y otros culpan a Europa por imponer sanciones a Rusia. Lo cierto es que se trata de una suma de factores en la que la guerra de Ucrania ha generado una situación que ya de por sí se estaba volviendo insostenible.
Algunos de los factores que han propiciado esta situación han sido a raíz de la pandemia del COVID-19, esto por el confinamiento que obligó a muchos negocios a cerrar temporalmente y por esta razón, el petróleo bajara de precio ya que no había suficiente demanda de esta materia prima. A medida que se estableció la nueva normalidad, la demanda aumentó y elevó los precios.
Por otro lado, el dólar estadounidense, es la moneda con la que se paga el crudo para producir la gasolina. Los Futuros del Índice dólar subieron a niveles muy altos con respecto a otras monedas. Entonces, se ha tenido que pagar precios aún más altos por el combustible en otros países al pagar en su moneda local. Esto contribuyó a que muchos de estos impusieran sanciones a Rusia.
La Unión Europea no tenía otras opciones energéticas más baratas que los combustibles fósiles rusos. No sólo hablamos del gas natural ahora, sino también del petróleo y del carbón. Eso reducirá la capacidad de los europeos para acceder a otros bienes y servicios. Por tanto, creará un deterioro en la economía.
Parte del problema se encuentra en las refinerías que procesan el crudo. Cada refinería se construyó para procesar determinada mezcla. A grandes rasgos, de cada pozo petrolero se extrae un crudo que tiene una composición química única y como son distintos, la refinería que usualmente procesaba el petróleo ruso no podrá procesar petróleo de otro lugar.
En Europa, hay mucha demanda de diésel y Rusia proveía a Europa unos hidrocarburos muy específicos, que son muy importantes para la producción del diésel, con lo cual el hecho de que Europa no pueda contar más con el crudo de los rusos, eso supone un problema estructural para la industria local.
Esto es alarmante porque el diésel es el motor de la economía, es importante para vehículos, camiones de fletes, barcos, etc. Una escasez de diésel supondrá precios más altos para absolutamente todo, no sólo para el transporte. El bloqueo europeo al diésel ruso aún no entra en vigor, debería activarse ya, pero decidieron aplazarlo hasta febrero. La mera expectativa de que este momento llegue provoca esta subida de precios.
La crisis del diésel no es propia de Europa, ya que según Bloomberg las reservas de diésel de Estados Unidos, donde el embargo a los hidrocarburos rusos ya entró en vigor, está en sus niveles más bajos desde 1951. Esto tendrá consecuencias en todo el mundo, especialmente en América Latina y en Europa. También, informan que China acaba de detener las ventas del gas natural licuado a Europa para garantizar su propio abastecimiento y así, asegurar su suministro energético para este invierno.