El dólar registra un desempeño mixto frente a monedas emergentes, con aquéllas altamente sensibles al grado de aversión al riesgo como el ZAR, MXN y MYR liderando al alza, mientras que las pérdidas se concentran en Europa, influidas por la decisión del BoE y las bajas tanto del GBP como del EURUSD (-0.2% a 1.1112). Entre el G10 la mayoría también cae ante los ajustes en tasas de interés relativas y sugerencia de una ampliación de las divergencias monetarias de EE.UU. respecto al resto del mundo. Solo el AUD y NZD suben (+0.4%), típicamente con una correlación positiva al grado de aversión al riesgo y a los commodities.
El peso se aprecia 0.2% y por segunda sesión consecutiva, operando en 18.83 por dólar. Estimamos un rango para hoy entre 18.78 a 18.90. En EE.UU. se publicarán las órdenes de fábrica y de bienes duraderos final de junio (9:00am), sin intervenciones de miembros del Fed. En reportes corporativos sobresalen empresas como MGM, Chesapeake Energy (NYSE:CHK), Viacom (NASDAQ:VIA), LinkedIn (NYSE:LNKD), Kraft (NASDAQ:KHC) y Symantec (NASDAQ:SYMC). En México conoceremos la confianza del consumidor de julio (8:00am).
Pasadas las decisiones del Fed y el BoJ y de operar virtualmente en el objetivo propuesto de 19.00 por dólar antes del reporte del PIB de EE.UU., el viernes pasado recomendamos tomar utilidades en posiciones largas del USD/MXN alrededor de 18.90-18.95. Hemos cambiado a una postura neutral de corto plazo en el peso, a la espera de un posible regreso cerca del PM de 50 días (actualmente en 18.63) para evaluar la conveniencia de nuevos largos en dólares. A pesar de que las entradas de flujos de portafolio en las últimas cuatro semanas han acumulado su mayor ritmo desde el 2T13 a emergentes y a México (en US$ 19,586 y 1,113 millones, respectivamente), el peso se ha mantenido débil, reaccionando nuevamente con mayor sensibilidad a la caída en los precios del petróleo y del S&P500. Por otro lado, los bancos centrales, principalmente en desarrollados, han mantenido un sesgo acomodaticio a pesar de menores medidas de estímulo a lo esperado en algunos casos, con recortes de tasas de Australia e Inglaterra esta semana y expectativas de posibles acciones adicionales en casos como Japón o Nueva Zelanda. Seguimos pensando que en la medida en que las posibles sorpresas negativas en términos de crecimiento no sean muy graves (continuemos observando datos relativamente buenos en EE.UU. y que Europa no sorprenda fuertemente a la baja tras el Brexit), los activos de riesgo pudieran ser más demandados.