El próximo 1° de julio se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en México. Dichos comicios toman relevancia debido a las tensiones en torno a Trump, sus políticas para reducir el déficit comercial que (México es el 4to país con el cual Estados Unidos tiene el déficit comercial más grande, alcanzando los u$s60.000 millones) y las negociaciones sobre el TLCAN (Tratado de Libre Comercia de América del Norte).
Hasta ahora el candidato de izquierda López Obrador (tercera vez que se postula, no habiendo alcanzado nunca la presidencia) es el favorito en todas las encuestas a quedarse con la presidencia, seguido muy por detrás del candidato de derecha Anaya. Así lo señalan las distintas encuestas que sondean la intención de voto de los distintos participantes.
Si bien las negociaciones por el acuerdo del TLCAN pareciera ser una puja de qué tan bien parado salga USA y qué tanto se dejen presionar Canadá y México, algunos especulan que su dilatación tiene que ver con la preferencia de USA por el candidato mexicano de derecha. Sin embargo, son meras especulaciones sin fundamentos sólidos y la realidad muestra que las negociaciones dan para largo.
En cuanto al posible desenvolvimiento político del 1° de julio, el Mercado está preocupado por el liderazgo en las encuestas y las altas chances de ganar de López Obrador. Hay que tener en cuenta que en México no hay segunda vuelta, lo cual favorece a la izquierda que encabeza la intención de voto.
Si bien aún faltan meses para las elecciones, los aspirantes presidenciales se enfrentarán en dos debates más además del primero de ellos que tuvo lugar el domingo pasado. Según algunos analistas el ganador del debate fue el derechista y segundo en intención de voto, Ricardo Anaya. Sin embargo, eso no fue suficiente para mover significativamente al electorado.
Ahora bien, ¿qué podríamos esperar para los activos mexicanos según los distintos escenarios? Si observamos lo que viene haciendo el peso mexicano, vemos que hasta ahora no se ha disparado ninguna volatilidad, manteniéndose apreciado en lo que va del 2018 (+3,55%). De hecho, pareciera estar formando una típica figura de fin de tendencia alcistas (hombre-cabeza-hombro) con un piso en la zona de $18-$17,40 lugar en donde se encuentra la MA200.
La razón de ello y por la cual las acciones mexicanas se encuentran +3% en dólares en lo que va del año a pesar de las turbulencias internacionales, es atribuida a que la agenda económica de López Obrador no sea tan radical como algunos anticipan y que no creen que tenga la fuerza suficiente para reformar todas las cosas que vaticina.
También es cierto que si bien es el candidato no preferido por los Mercados, tampoco se espera un cambio radical en la dirección del país ni el comienzo de una crisis. Vale la pena recordar que las predicciones apocalípticas sobre el impacto de Trump en los mercados antes de su elección y las advertencias sobre los posibles estragos del BREXIT nunca llegaron a cumplirse.
Es de esperar a medida que nos acerquemos a la fecha definitiva que la volatilidad en los activos mexicanos se incremente. Alejandro Cuadrado, estratega del BBVA (MC:BBVA), advierte que el peso podría debilitarse alrededor de 7% desde sus niveles actuales si López Obrador sigue a la cabeza en los días previos a la votación. La firma de investigación Exotix, especializada en los activos de más riesgo, dice que de ganar las elecciones, el índice bursátil de referencia podría caer hasta 15% y el rendimiento de los bonos locales podría subir unos 4 puntos porcentuales.
Si observamos la curva soberana de méxico y el spread respecto a la tasa americana, vemos que a diferencia de sus pares latinoamericanos de Brasil y Argentina, no ha aumentado spreads en los distintos tramos de la curva. Eso en un contexto electoral de una posible victoria de un candidato de izquierda transmite cierta tranquilidad.