Si observamos todos los artículos publicados y todas las discusiones mantenidas sobre el mercado, veremos una similitud subyacente: Todos y cada uno debaten sobre lo que ocurrirá tras la publicación de la siguiente "noticia".
Tanto si hablamos del IPC, del IPP, del empleo, u otros informes similares, como si hablamos del próximo pronunciamiento o discurso de la Reserva Federal, o si hablamos del próximo acontecimiento político inminente, la sensación de certeza que presenta la mayoría con respecto a la reacción del mercado ante un acontecimiento inminente es lo que la mayoría de nosotros leemos o escuchamos de expertos, de analistas o de nuestro cuñado.
Sin embargo, ¿cuántos de ustedes han revisado la importancia real de esos acontecimientos o noticias para el mercado? ¿Cuántos de ustedes han investigado si sus opiniones sobre lo que afecta al mercado fueron realmente determinantes para el siguiente movimiento del Sr. Mercado? Y, a continuación, podemos preguntar cuántos de ustedes están siendo honestos con esas perspectivas, o si simplemente están involucrados en el histrionismo mientras intentan manipular la reacción del mercado (o la falta de ella) en una narrativa razonable que luego tendrá sentido para ustedes, mientras buscan el próximo evento que mueva el mercado?
Se suele atribuir a Albert Einstein la definición de locura: "Hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente". Y, basándome en la definición de Einstein, yo digo que la mayoría de los participantes del mercado están completamente locos.
El Premio Nobel Daniel Kahneman señaló una vez que nuestra mente tiene una desconcertante limitación:
"Nuestra excesiva confianza en lo que creemos saber y nuestra aparente incapacidad para reconocer el alcance total de nuestra ignorancia e incertidumbre sobre el mundo en que vivimos. Somos propensos a sobrestimar cuánto entendemos sobre el mundo... el exceso de confianza se alimenta de la certeza ilusoria de la retrospectiva".
Así que, volviendo al titular de este análisis, creo que estamos bastante confiados en que la última y mejor noticia o dato que llegue moverá el mercado basándonos en la sustancia de esa noticia o evento. Y, fieles a la definición de Einstein, mantenemos estas expectativas justo antes de cada anuncio de la noticia o del acontecimiento.
Sin embargo, es raro que alguna vez volvamos atrás para comprobar lo bien que este enfoque de pronóstico del mercado nos ha ayudado en nuestra capacidad de mantenernos en el lado correcto del mercado o si nos colocó en el lado equivocado del movimiento del mercado más a menudo de lo que creemos.
Permítanme darles un ejemplo de cómo el histrionismo juega con nuestra mente y con la toma de decisiones del mercado. Hace unas semanas, pronuncié un discurso en la convención Moneyshow de Las Vegas. Tras mi intervención, respondí a las preguntas de un público de más de 600 personas. Uno de los asistentes me preguntó cómo afectaría a los mercados el cese de los combates en Ucrania.
Como estudié Derecho, respondí a su pregunta con otra pregunta: le pregunté si sabía qué pasó con el mercado el día en que Rusia invadió Ucrania. Levantó la mano y señaló con el pulgar al suelo, sugiriendo que el mercado había caído con esa noticia. Cuando le expliqué que, en realidad, el mercado subió un 10% ese mismo día, casi le hizo falta una grúa para levantar la mandíbula del suelo.
Como ven, suponemos que el mercado funciona de manera lógica. Suponemos que sube con las buenas noticias y que baja con las malas. Sin embargo, esto dista mucho de la realidad, como puede atestiguar cualquiera que siga el mercado de cerca y con honestidad.
Sé que a menudo cito este pasaje del libro de Robert Prechter La teoría socioeconómica de las finanzas, pero es que la lección que encierra es de suma importancia:
"El trabajo de los observadores, tal y como ellos lo ven, consiste simplemente en identificar qué acontecimientos externos provocaron los cambios de precios que se han producido. Cuando las noticias parecen coincidir razonablemente con el movimiento del mercado, dan por hecho que existe una relación causal. Cuando las noticias no encajan, intentan idear una estructura de causa y efecto para que encajen. Cuando ni siquiera pueden idear una forma plausible de retorcer las noticias para justificar la acción del mercado, atribuyen los movimientos del mismo a la "psicología", lo que significa que, a pesar de una plétora de noticias y numerosas formas inventivas de interpretarlas, su imaginación no es lo suficientemente prodigiosa como para inventar una historia causal creíble.
La mayor parte del tiempo, para los observadores es fácil creer en la causalidad de las noticias. Los mercados financieros fluctúan constantemente, y las noticias aparecen constantemente, y a veces ambos elementos coinciden lo suficiente como para reforzar el sesgo mental de los comentaristas hacia la causa y el efecto mecánicos. Cuando las noticias y el mercado no coinciden, se encogen de hombros y hacen caso omiso de la incoherencia. Aquéllos que operan bajo el paradigma mecánico en finanzas nunca parecen ver o preocuparse de que existan estas flagrantes anomalías".
Ralph Nelson Elliott escribió una vez:
"Las causas de estos cambios cíclicos parecen tener claramente su origen en la inmutable ley natural que gobierna todas las cosas, incluidos los diversos estados de ánimo del comportamiento humano. Las causas, por lo tanto, tienden a ser relativamente poco importantes en el progreso del ciclo a largo plazo. Esta ley fundamental no puede ser subvertida o dejada de lado por estatutos o restricciones. Las noticias de actualidad y los acontecimientos políticos sólo tienen una importancia incidental, que pronto se olvida; su presunta influencia en las tendencias del mercado no tiene tanto peso como comúnmente se cree".
Y, a pesar de que Elliott escribió esta proclama hace 80 años, estudios recientes han respaldado su propuesta.
En un estudio realizado en 1988 por Cutler, Poterba y Summers titulado Qué mueve los precios de las acciones, analizaron la evolución de las cotizaciones bursátiles tras las principales noticias económicas o de otro tipo (incluidos los principales acontecimientos políticos) con el fin de desarrollar un modelo que permitiera predecir los movimientos del mercado de forma RETROSPECTIVA. Sí, me han leído bien: ni siquiera habían llegado a desarrollar un modelo de predicción prospectiva.
Sin embargo, el estudio concluía que "las noticias macroeconómicas... explican sólo una quinta parte de los movimientos de las cotizaciones bursátiles". De hecho, señalan incluso que "muchos de los mayores movimientos del mercado en los últimos años han ocurrido en días en los que no había noticias importantes". También concluyeron que "es sorprendentemente pequeño el efecto de las grandes noticias de acontecimientos políticos... y acontecimientos internacionales". También sugieren que:
"Las respuestas relativamente discretas del mercado a tales noticias, junto con la evidencia de que los grandes movimientos del mercado ocurren a menudo en días sin ninguna noticia importante identificable arroja dudas sobre la opinión de que los movimientos de los precios de las acciones son totalmente explicables por las noticias…"
En 2008, se realizó otro estudio en el que se revisaron más de 90.000 noticias relevantes para cientos de valores durante un periodo de dos años. Llegaron a la conclusión de que los grandes movimientos de las acciones NO estaban vinculados a ninguna noticia en particular:
"La mayoría de esos grandes movimientos no estaban directamente asociados a ninguna noticia, y la mayoría de las noticias no provocaban ningún salto".
Ahora bien, sé lo que muchos de ustedes probablemente estén pensando: "Venga Avi, yo mismo he visto cómo el mercado se mueve justo después de que se anuncie algo".
Mi respuesta es que quiero que sea brutalmente honesto consigo mismo ahora mismo. Le compro que probablemente recuerde algunos momentos muy claros en los que una noticia positiva se alinea con un movimiento positivo del mercado, o viceversa. Pero, también puedo asegurarle que usted elige no recordar esos momentos en los que eso no es así. O bien ha racionalizado por qué sucedió lo contrario a sus expectativas, o simplemente se encogió de hombros, sin volver a pensar en ello.
Permítanme darles dos ejemplos recientes. ¿Cuántos de ustedes recuerdan que el informe del IPC de octubre fue peor de lo previsto, lo que, según los expertos, provocaría una caída del mercado de otro 5% o más? Sin embargo, ¿qué hizo realmente el mercado? Se recuperó alejándose un 6% de esos mínimos intradía ese mismo día. ¿Cuántos de ustedes lo recuerdan claramente?
Otro ejemplo es la subida de mínimos de octubre a máximos de diciembre. ¿Recuerdan lo que supuestamente provocó la considerable caída desde esos máximos de diciembre? Fue un informe del IPP mejor de lo previsto. ¿Cuántos de ustedes lo recuerdan?
Cuando señalé esto a otros participantes en el Money Show hace unas semanas, muchos simplemente me miraron extrañados, casi sin entender cómo podía haber sido posible.
Quiero señalar otro hallazgo presentado por Kahneman:
"La evidencia es que nacemos preparados para hacer atribuciones intencionales". En otras palabras, nuestra mente emprende una búsqueda automática de la causalidad. Además, también emprendemos una búsqueda deliberada de pruebas que confirmen esas proposiciones una vez que las tenemos en cuenta. Esto se conoce como la "estrategia de la prueba positiva".
Además, a menos que seamos capaces de identificar las pruebas confirmatorias de que las noticias positivas equivalen a movimientos positivos del mercado, o viceversa, tendemos a borrar de nuestro banco de memoria las pruebas en contra.
Por lo tanto, mientras que muchos de ustedes se apresuran a afirmar con respecto a la alineación de la acción del mercado con las noticias o los datos que "yo mismo lo he visto suceder mil veces", estoy bastante seguro de que han borrado de su banco de memoria las muchas otras veces que han visto ocurrir exactamente lo contrario. Y, los estudios que he presentado anteriormente apoyan mi proposición de que ocurre más veces de las que probablemente recuerde.
Una vez más, como Robert Prechter acertadamente señala:
"Cuando las noticias y el mercado no coinciden, se encogen de hombros y hacen caso omiso de la incoherencia. Aquéllos que operan bajo el paradigma mecánico en finanzas nunca parecen ver o preocuparse de que existan estas flagrantes anomalías”.
El propósito de que escriba estos artículos no es confundirle. Mi propósito es desafiarle a convertirse en un pensador e inversor más crítico e intelectualmente honesto, en lugar de superficial.
Al fin y al cabo, es su dinero ganado con esfuerzo y, por tanto, usted decide qué quiere hacer con él. Le propongo que elija un camino con los ojos abiertos en lugar de elegirlo medio a ciegas.
Pasemos ahora a nuestra perspectiva de mercado. Pero quiero comenzar señalando que nada ha cambiado en mi perspectiva. Cuando auguré que se tocaría fondo en octubre de 2022, en ese momento tenía la expectativa de que se llegaría al menos a la región de 4.300SPX desde esos mínimos.
Sigo buscando un movimiento del S&P 500 por encima de 4.300 puntos. Hasta ahora, el nivel de soporte estaba en 4.050SPX. Y se ha puesto a prueba varias veces antes de que finalmente superáramos la región de 4.195SPX, que nos ha mantenido a raya durante varios meses.
Por lo tanto, ahora creo que el nivel de soporte estará más arriba, en la región de 4.100SPX. Mientras que cualquier retroceso que veamos la semana que viene se mantenga por encima de 4100SPX, seguiré creyendo que habrá una subida por encima de 4.300 en las próximas semanas.
Alternativamente, haría falta una ruptura de 4.100SPX con un seguimiento por debajo de 4.050SPX para que crea que se ha tocado techo, y probablemente ha comenzado un retroceso mayor. Una vez más, por ahora, esto es sólo una perspectiva alternativa.
Como he dicho muchas veces antes, esto no es diferente a un general del ejército que elabora sus planes de batalla principales y, al mismo tiempo, elabora también un plan de contingencia en caso de que sus planes de batalla iniciales no le salgan bien. Es simplemente la forma en que el general se prepara para la batalla. Nosotros nos preparamos de la misma manera para las batallas del mercado.
Una vez más, aunque nunca podré decirle con certeza cómo se moverá el mercado en las próximas semanas, meses y años, le presento suficiente información para que sepa en qué se equivoca mi perspectiva principal, de modo que pueda ajustarla para tener en cuenta la situación alternativa. Y, hasta el momento en que el mercado demuestre que nuestra perspectiva primaria es errónea, continuaremos siguiendo esa perspectiva primaria, que nos ha guiado extraordinariamente bien durante muchos años.
A estas alturas, espero que reconozca la diferencia en nuestro enfoque de análisis, aparte de la precisión del mismo. Nos esforzamos por mirar el mercado y utilizar nuestra metodología basada en cálculos de la forma más objetiva e intelectualmente honesta posible, por disparatada que pueda parecer. Además, nos proporciona niveles objetivos para metas e invalidaciones. Así, cuando nos equivocamos en la minoría de las circunstancias, somos capaces de ajustar nuestra trayectoria con bastante rapidez en lugar de luchar contra el mercado como muchos otros sobre los que usted puede leer. Por lo tanto, nunca escuchará de mí que "el mercado se equivocó".
Desde un punto de vista más amplio, creo que probablemente volvamos a la región de 3.700-3.900SPX mientras miramos hacia el verano. La naturaleza de la estructura con la que volvamos a esa región nos dirá si el mercado va a establecer un desplome a finales de este año, o si establecerá otro repunte que pueda llevarnos después a la región de 4.500/4.600SPX.
En este momento, no puedo proporcionar ninguna orientación clara sobre el rumbo que tomará el mercado en la última mitad de 2023. Simplemente tendré que esperar hasta que el mercado proporcione claridad basándose en la estructura del próximo descenso hacia 3.700-3.900SPX.
Desafortunadamente, hay momentos en que no estaré seguro de cómo reaccionará el mercado, y sinceramente les diré cómo lo veo yo. Y hasta que no vea la estructura del próximo descenso, no podré dar una opinión honesta e informada de cómo tomará forma el mercado durante la última mitad de 2023. Pero, por ahora, estoy esperando que este repunte se complete en las próximas semanas y luego nos devuelva a los 3.700-3.900SPX para darnos claridad en cuanto a cómo tomará forma la última mitad de 2023.