Tesla (NASDAQ:TSLA) ha vuelto a presentar un informe de resultados muy satisfactorio esta semana, registrando un récord de ventas y beneficios a pesar de un entorno operativo extremadamente difícil para los fabricantes de automóviles.
Los resultados marcan el noveno trimestre consecutivo de beneficios para Tesla. Durante el trimestre que concluía el 30 de septiembre, sus ventas aumentaron un 57%, hasta los 13.800 millones de dólares, mientras que el beneficio por acción ascendió a 1,86 dólares por acción sobre una base ajustada, superando la media de 1,67 dólares por acción de las estimaciones de los analistas.
Los analistas de Wall Street se mostraron especialmente impresionados por los sólidos márgenes del fabricante de automóviles con sede en California, en plena crisis mundial de la cadena de suministro que ha paralizado la industria automovilística. El margen bruto de la empresa se situó en el 28,8% y el margen operativo en el 14,6%.
Tesla entregó 241.300 coches en todo el mundo en el tercer trimestre, un récord para la empresa. Actualmente, Tesla fabrica los modelos S, X, 3 e Y en su fábrica de Fremont (California) y los modelos 3 e Y en su planta de Shanghái. Más del 96% de las ventas del trimestre fueron del Model 3 e Y.
Pero un tercer trimestre robusto no ha logrado impulsar más las acciones del fabricante de coches eléctricos, que cayeron la friolera de un 2% al comienzo de la jornada de negociación de este jueves, una señal de que las acciones podrían tomarse un respiro tras el repunte de más del 50% desde el punto más bajo de este año. Tesla cerró el jueves en 893,70 dólares, una subida de un 3,22% en el conjunto de la jornada.
Una de las posibles explicaciones de esta tenue reacción del mercado vino de la propia Tesla, que advirtió de que los problemas de la cadena de suministro podrían afectar a su capacidad para aumentar la producción de cara al resto del año. El director financiero de Tesla, Zachary Kirkhorn, dijo en una teleconferencia de analistas:
"Debido a la escasez de piezas y a la variabilidad de la logística, no hemos podido hacer funcionar nuestras fábricas a plena capacidad. Los clientes están teniendo que esperar más tiempo para recibir los vehículos".
Kirkhorn, en un informe del Wall Street Journal, dijo que la empresa tiene que seguir presionando para reducir gastos, dado el aumento de los costes de las materias primas y la mano de obra.
"Tenemos que gestionar los aumentos de los costes que están fuera de nuestro control".
Valoración elevada
Además de los problemas de la cadena de suministro, la elevada valoración de Tesla deja poco margen para una ejecución menos que perfecta. Las acciones de Tesla reflejan en gran medida esa fortaleza tras el potente repunte del trimestre pasado.
De cara al futuro, podría observarse un movimiento lento y gradual al alza, dado que las acciones de Tesla se han convertido en las más caras del índice FANG+TM de la Bolsa de Nueva York.
Bernstein, que asigna una calificación de bajo rendimiento a Tesla, dijo en su nota de ayer que los inversores deberían operar con Tesla con precaución.
"Seguimos luchando para justificar la valoración de Tesla, que es más elevada que la de todos los demás grandes fabricantes de automóviles juntos, y parece implicar un enorme volumen y una rentabilidad sin parangón en el sector de cara al futuro, lo que no tiene precedentes históricos".
Bank of America (NYSE:BAC), en su nota a los clientes, también planteó puntos similares, destacando la rica valoración de Tesla.
Su nota decía: "A pesar de los alentadores resultados del tercer trimestre, y de la continua ejecución de Tesla, nos preocupa que sus acciones puedan estar ya valoradas nivel perfección, de modo que los beneficios a corto plazo no sean suficientes para que los inversores vayan siendo cada vez más alcistas en ellas".
Conclusión
Tesla ha presentado un informe del tercer trimestre muy impresionante que muestra su capacidad de producción superior a la de otros fabricantes. Sin embargo, este rendimiento no logró impulsar las acciones, principalmente debido a la preocupación en torno a que la empresa no podrá escapar del impacto negativo de los problemas de la cadena de suministro a nivel mundial y del aumento de los costes en el futuro.