Después de más de 18 meses de tensiones, Estados Unidos y China finalmente firmaron este miércoles la “fase uno” del acuerdo comercial en la Casa Blanca. El presidente norteamericano, Donald Trump, y el viceprimer ministro chino, Liu He, pusieron fin a la guerra económica entre ambas naciones y se comprometieron a negociar de cara a la segunda fase de la tregua, que sería la definitiva.
“Hoy estamos dando un paso muy importante, uno que nunca antes se había dado, hacia un futuro de comercio justo y recíproco a través de la firma de la fase 1 de este histórico acuerdo entre Estados Unidos y China”, comentó Trump durante la ceremonia en la que participaron más de 200 invitados del círculo empresarial, gubernamental y diplomático.
“Quiero agradecerle al presidente Xi Jinping. Voy a viajar a China en un futuro no muy distante. Es un muy buen amigo mío. Representamos países diferentes, pero desarrollamos una relación increíble”, dijo y luego agregó: “Muchas personas creían que esto no iba a pasar. Debió haber sucedido 25 años atrás, pero lo hemos concretado”.
En el acuerdo firmado Beijing accedió a importar US$200.000 millones en productos estadounidenses. A su vez, el mandatario norteamericano afirmó que esta tregua es una victoria para el sector agropecuario de Estados Unidos, explicando que China también accedió a comprar entre US$40.000 y US$50.000 millones en productos agrícolas.
En cuanto a los aranceles, la “fase uno” del acuerdo no incluyó reducciones para ninguna de las dos partes. Según adelantó Trump, la cuestión arancelaria se resolvería luego de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, después de noviembre.
Otras de las cuestiones pactadas fueron la protección de la propiedad intelectual, la expansión del comercio, la transferencia de tecnología y el establecimiento de mecanismos para la resolución de disputas. En agosto de 2019, EE.UU. acusó formalmente a China de manipular su moneda para tener ventaja y reducir el impacto de los aranceles. Sin embargo, a principios de esta semana, el presidente Trump dio marcha atrás con esa etiqueta.
Por su parte, Liu He, quien fue el principal negociador del gigante asiático, declaró que “ambas partes trabajarán más estrechamente para obtener resultados tangibles y lograr una relación de ganancia mutua, a pesar de las diferencias en sus modelos políticos y económicos”.
Después de eso, leyó una carta dirigida a Trump de parte del líder chino, Xi Jinping, en la que comunicó que “los países deberían cumplir con el acuerdo comercial para lograr un mayor progreso en la cooperación bilateral”.