• El discurso reveló que la Fed no modificará su postura en el corto plazo.
• La inflación descendió en julio, pero un relajamiento anticipado podría ser peligroso.
• Esperamos que la tasa de referencia alcance un rango entre 3.75% y 4.00% en 2022.
Las esperanzas de los mercados no se materializaron
Hace unos minutos culminó la comparecencia de Jerome Powell en el marco del simposio de Jackson Hole. Su participación fue rápida y discreta, aunque avocada a comunicar mensajes concretos. En particular, defendió el enfoque actual de política monetaria y aseguró que uno o dos meses de buenos datos en materia de inflación no serán suficientes para generar la convicción de que el problema se ha resuelto, pues la evidencia histórica sugiere fuertemente que aligerar el paso antes de tiempo puede ser contraproducente. Asimismo, dio cuenta de que en la Fed están consciente de que las condiciones restrictivas implicarán una carga negativa para los hogares estadounidenses, lo que genera cierto desaire al interpretarse como una renuncia a la posibilidad del ansiado soft landing. No obstante, aun con estos comentarios, la perspectiva de política monetaria no sufre cambios abruptos y en su lugar seguimos esperando que la Fed sea muy dependiente de los datos en las próximas decisiones.
Rumbo Económico
Por ahora, nuestro escenario central es que se dé un incremento de 50 puntos base en las reuniones de septiembre, noviembre y, posiblemente, diciembre, con lo que la tasa cerraría en un rango entre 3.75 y 4.00%. Los mercados tenían cierta esperanza de que el discurso abriera la puerta a un pivote en la política monetaria, sobre todo ante los datos de inflación de julio, que en el caso del PCE mostraron un retroceso mensual de 0.1%, y ante las varias señales de que la economía global se encamina a una desaceleración muy importante. Dado que dicha esperanza no se materializó y la postura actual contrasta con lo esperado, es probable que tengamos algo de volatilidad y aversión al riesgo mientras las variables financieras se reconcilian con la realidad. Un ejemplo de ello es el movimiento del peso mexicano que ha tocado niveles de $19.87 y $19.96 en pocos minutos. Por ahora se ubica en $19.95, por lo que pensamos que es difícil que visite o rompa la resistencia clave de $19.81 y en su lugar podría mantener cierto sesgo alcista en las próximas horas. Esto también porque tras el discurso, el rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años ha tenido un repunte y traspasan el umbral de 3.00%, mientras que el índice del dólar se mantiene en niveles elevados, cerca de 107.9 puntos.